Depositan restos de Sor Juana en Ex Templo de San Jerónimo

Con una ceremonia fúnebre, a la que acudieron estudiantes y académicos, los restos atribuidos a Sor Juana Inés de la Cruz (1651-1695) fueron depositados esta noche en el antiguo convento de San Jerónimo, cumpliendo así la voluntad que la religiosa expresó en su testamento.

El traslado, que respondió a una petición remitida por la Universidad del Claustro de Sor Juanaal Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se llevó en medio del doblar de las campanas y decenas de personas que portaban rosas rojas.

Además de la ceremonia que se llevó a cabo en el marco de la conmemoración del 320 aniversario luctuos de Sor Juana Inés de la Cruz, también se celebró la cancelación del primer día de emisión de la estampilla postal conmemorativa del 320 aniversario, un concierto a cargo del Coro y Ensamble de la Universidad del Claustro de Sor Juana y la reinauguración de la Celda Contemporánea.

Asimismo fueron recordados los doctores Arturo Romano Pacheco y María Teresa Jaén Esquivel, cuyo trabajo de antropología física hizo posible el descubrimiento e identificación de los restos atribuidos a la notable autora; se transmitió un video en el que se mostró cómo fueron hallados y analizados los restos atribuidos a la poeta, mientras se escuchaba la Oración Fúnebre a Sor Juana en voz de su autor, Octavio Paz, texto que fue leído originalmente por el Nobel mexicano el 17 de abril de 1995 en el ex convento de San Jerónimo, a 300 años de la muerte de la ‘Décima Musa’.

La rectora de la Universidad del Claustro de Sor Juana, Carmen Beatriz López-Portillo Romanorecordó que los trabajos de excavación e investigación de los antropólogos fueron realizados en 1974 en la iglesia del ex Convento de San Jerónimo, hoy Universidad del Claustro de Sor Juana y concluyeron en 1981.

Explicó que los principales estudios de antropología física forense que realizó el maestro Romano para identificar los restos atribuidos a Sor Juana fueron el análisis morfométrico del cráneo, así como el estudio de los cambios y las características del esqueleto que permitieron determinar la edad y sexo de los restos.

«Dadas estas consideraciones y como una manera de cumplir la voluntad última de Sor Juana, nuestra casa de estudios solicitó al INAH que nos permitiera depositar estos restos en el coro bajo (del ex templo) como fuera el deseo de la poeta. Ella dijo: ‘quiero ser sepultada en el lugar donde se acostumbra sepultar a las religiosas profesas que lo han sido en este convento’. Sin duda este coro bajo es el recinto sepulcral y ha sido el recinto sepulcral de Sor Juana Inés de la Cruz. Con esta ceremonia pretendemos honrarla y honrar a la comunidad de monjas jerónimas de este convento. Debemos sentirnos orgullosos del legado de una mujer que defendió el derecho a la palabra, al conocimiento y a la verdad», dijo la rectora.

En 2011, los restos fueron analizados en un proceso de secuenciación del ADN a cargo delCentro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), para compararla con los de su madre o los de sus supuestos parientes. Sin embargo, Carmen López-Portillo, rectora de la Universidad informó hace unos días que no fue posible confirmar que en efecto pertenecen a Sor Juana.

Sin embargo dijo que la investigación sobre la autenticidad de los restos de la ‘Décima Musa’ está terminada y con base en las anteriores investigaciones hay una probabilidad máxima de que lo sean. «Existe el 99 por ciento de seguridad sobre la autenticidad de los restos que tenemos como pertenecientes a la escritora y monja jerónima», dijo.

El 17 de abril de 1695 a las cuatro de la mañana, en una de las celdas del convento que ha sido acondicionado para ser sede de esa institución educativa, murió Sor Juana. Tenía 46 años.
En 1971, el Servicio Postal Mexicano (Sepomex) Correos de México emitió una serie de cinco estampillas denominada «Arte y ciencia de México», destinando una de ellas a Sor Juana Inés de la Cruz.

En 1995, Sepomex emitió otra estampilla con motivo del tercer centenario luctuoso de la ‘Décima Musa’.

En esta ocasión, se imprimió un tiraje de 200 mil ejemplares de la estampilla postal conmemorativa del «320 Aniversario del Fallecimiento de Sor Juana Inés de la Cruz».

Mientras que la Celda Contemporánea es un espacio dedicado a la difusión de las artes visuales que se sitúa en la esquina sureste del Gran Claustro. Contiene restos arqueológicos del siglo XVII de lo que fueran celdas, cocinas y parte de los baños del antiguo ex convento de San Jerónimo.

Con la finalidad de mejorar la infraestructura técnica del espacio, así como de potenciar el diálogo entre las propuestas artísticas actuales y los vestigios arqueológicos que caracterizan al sitio, la Universidad del Claustro de Sor Juana realizó trabajos de rehabilitación y equipamiento de la Celda Contemporánea; para ello, la UCSJ destinó recursos propios además de obtener una aportación parcial del Programa de Apoyo para la Infraestructura Cultural de los Estados (PAICE), del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) en su convocatoria 2014.

El piso transparente, el cual permite observar los vestigios del siglo XVII, iluminados con tecnología led, está formado por 140m2 de cristal estructural transparente, sobre una estructura colgante perimetral fabricada en acero y atirantada en la parte inferior. El espectador «flota» sobre las ruinas, pudiéndolas apreciar en su intimidad sin tocarlas.

Los asistentes disfrutaron de música novohispana a cargo del Ensamble Barroco de Solistas de la UCSJ, la Pequeña Cantoría y el Coro Virreinal Rita Guerrero. La primera agrupación interpretó el programa «Sor Juana y su música», con obras compuestas a partir de los versos de la poeta por autores de los siglos XVII y XVIII como Juan de AraujoRoque Cerutti y Antonio Durán de la Mota, entre otros.

Además, durante la tarde se realizó la última sesión académica a cargo de importantes sorjuanistas como Antonio CortijoSara Poot y Margo Glantz.