Tesis de la Facultad de Medicina obtuvo primer lugar en Perú

La tesis de la alumna Andrea López Rodríguez, de la Maestría en Investigación Biomédica Básica de la Facultad de Medicina de la UASLP, logró el 1er. lugar como mejor proyecto a nivel internacional en un Congreso desarrollado en Perú.
En entrevista Leticia Yáñez Estrada, profesora investigadora de tiempo completo en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y asesora de dicho trabajo dio a conocer que la investigación está relacionada con la exposición a plaguicidas, durante cuatro generaciones y su impacto en la alteración del ciclo menstrual, de las jóvenes originarias de la localidad del Refugio Ciudad Fernández.
Señaló: “hemos visto las alteraciones en el ciclo menstrual de las mujeres expuestas a estos químicos; trabajando con adolecentes encontramos cómo aquellas que viven cerca de los campos agrícolas o cuyos padres son jornaleros y están expuestos a plaguicidas, su ciclo menstrual se ve alterado de manera importante en niveles hormonales o los periodos modificados”
Aseguró que la problemática es una alerta que ya había dado a conocer la Organización Mundial de la Salud (OMS), y que lamentablemente ya lo estamos viviendo en México.
La premiación tuvo lugar en el país sudamericano, compitiendo junto a trabajos de investigaciones de especialistas de toda América Latina, así como de profesores e investigadores de Europa.
La catedrática de la Facultad de Medicina, destacó: “hemos venido valorando a las jóvenes desde que eran pequeñas en esta comunidad, donde la principal actividad es la agricultura. En la primer evaluación que hicimos tenían niveles de plaguicidas en su cuerpo de manera importante, y ahora que llegaron a la adolescencia de edades entre 15 y 18 años de edad, a estas 34 jóvenes primero les dimos un programa de educación sexual, de cómo tienen ellas que ver y vigilar su cuerpo, higiene y registrar su ciclos menstruales a través de un diario porque manifestaban que no eran regulares, y no sabían porque les sucedía”.
El trabajo comprendió 13 meses de investigación, dijo la especialista quien agrega que el proyecto terminó en el mes de octubre del año pasado: “al final, se les tomó una muestra de sangre para ver los niveles de hormonas, y encontramos que había plaguicidas organoclorados en su cuerpo, y una muestra de orina permitió constatar que además localizaron pesticidas organofosforados, que es otro grupo de plaguicidas que se usan en la región”.
Este método, explicó la doctora Yáñez Estrada, permitió registrar las alteraciones en los niveles de las hormonas; posteriormente se empataron los datos los niveles de plaguicidas que las jóvenes mantenían en el cuerpo, donde lamentablemente se encontró que el 42%, de las jóvenes mantenían alternaciones en los niveles de FCH y que casi el 90 por ciento tuvo niveles de DDE en sangre; este último es un metabolito del DDT que se usó para el combate al paludismo hace mucho tiempo, prohibido desde el año 2000 debido a que el compuesto es venenoso.
La investigadora mencionó: “Entendimos que cuando su abuelita usó el DDT para controlar el paludismo, lo pudo absorber su cuerpo, y se quedó atorado, cuando la abuelita se embarazó a través de la placeta le paso el DDT  a la mamá y la mamá a la hija, y esto sólo sucede en la mujer. Lo que estamos viendo en estas chicas puede ser un DDT que se usó hace mucho tiempo, tres generaciones atrás pero estamos viendo las consecuencias de ese uso, tres generaciones después, eso es lo crítico en este tipo de venenos”.

Indicó que para la investigación, se tomaron en cuenta los dos aspectos, los compuestos que usan como control para el paludismo, y también los plaguicidas que están usando para el campo agrícola: “no hay datos en la literatura médica sobre este tema, pero ya encontramos que si usan muchos plaguicidas, o si sus casas están pegadas a la parcela, o que tienen viveros en casa o huertos y usan plaguicidas, las jóvenes se están contaminando y las consecuencias las estamos viendo tres generaciones después”.

Y puntualizó: “Esto eso es crítico pues les genera muchas alteraciones en su ciclo menstrual, y la idea es continuar con este estudio para evaluar sí esto puede ser un antecedente para que estas jóvenes tengan problemas de embarazo o riesgos en el desarrollo de algún tipo de cáncer”.

Finalmente la catedrática de la UASLP dijo que con los datos con que cuentan aún no pueden predecir el futuro de las menores. Sin embargo lo que si pueden saber es que un alto porcentaje de las mujeres que están en contacto con plaguicidas en zonas agrícolas tiene alteraciones en su ciclo menstrual”.