Pese a no estar dentro de sus objetivos ser ídolo en el fútbol mexicano, Diego González se ha convertido en uno de los consentidos de la afición de Santos, pese al poco tiempo.
En entrevista con Medio Tiempo, el “Pulpo” confesó que a diferencia de otros jugadores, él no está buscando el sueño europeo, ni mucho menos ser ídolo albiverde; lo que sí quiso dejar en claro es que no está de vacaciones en tierra lagunera.
“En Lanús nunca me propuse ser ídolo y acá es igual, no me gusta declarar lo que la gente quiere escuchar para decir que me merezco ser ídolo, yo vine a hacer mi trabajo, a matarme dentro de la cancha y a devolver el cariño que me dan”.
“Las cosas no nos han salido, pero estamos a tres puntos de clasificar a Liguilla, nos duele no estar más arriba. Yo no vine a pasar el tiempo, no vine a vacacionar, vine a trabajar y a progresar”, comentó el contención argentino, quien asegura pretende ser considerado como un jugador que se brinda por la camiseta.
-¿De dónde viene el sobrenombre del ‘Pulpo’?-
“No recuerdo que edad tenía, pero más o menos a los 11 años; era por la forma de jugar, porque me destacaba mucho corriendo, quería estar en la mayor parte del terreno posible para ayudar a algún compañero. En ese tiempo mi entrenador me dijo: tengo dos apodos, ‘Tero’ (ave) o ‘Pulpo’, decidimos por ‘Pulpo’ porque ‘Tero’ no me gustó”.
-¿Después de Santos, sigue Europa?-
“Hoy en día no está en mis planes pasar a Europa, sinceramente soy una persona que gusta de ponerse objetivos a corto plazo, no me gusta pensar en trabajar para un Mundial porque no sé qué va a pasar en dos o tres años, me puedo lesionar o retirarme. Los objetivos son muy claros: entrar a Liguilla, hacer un buen torneo, hacer algunos goles”.
Diego Hernán González es pieza clave en el esquema diseñado por Pedro Caixinha a grado tal que ha visto acción en 12 de los 13 juegos disputados y tiene una cuota nada despreciable para un medio escudo de cinco goles.