El Códice Chimalpahin, disponible en Internet

Con el fin de ampliar elestudio y la difusióndel acervo histórico de México, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) puso a disposición de investigadores, estudiantes y público en general el Códice Chimalpahin, a partir de un micrositio en internet al que se puede acceder desde cualquier parte del mundo.
Ernesto Miranda, director de Innovación del INAH, explicó que el Códice Chimalpahin y las obras históricas de Fernando de Alva Ixtlilxóchitl (1575-1648) constituyen el inicio de la historiografía mexicana.
Este corpus documental del siglo XVII es fuente fundamental sobre la vida cotidiana, sociedad y política mexicas, así como de la Nueva España del siglo XVI, de ahí la necesidad de compartirlo. El material que conforma el Códice Chimalpahin está compuesto por tres volúmenes, que ahora se encuentran disponibles para consulta y descarga gratuita, en imágenes de alta definición.
Los textos fueron redactados en el siglo XVII, en español y en náhuatl, por dos de los historiadores de ascendencia indígena más representativos de la época virreinal: Domingo Chimalpahin (1579-1660) y Fernando de Alva Ixtlilxóchitl.
El historiador y cronista Domingo de San Antón Muñón Chimalpahin Cuauhtle-huanitzin, descendiente de los señores de Chalco-Amecameca, describió en sus escritos a las culturas indígenas dentro del esquema providencialista de la historia que los españoles trajeron a América.
En tanto que el cronista Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, historiador texcocano descendiente de Nezahualcóyotl, escribió sobre la historia prehispánica de Texcoco, por lo que muchos investigadores han acudido a las ediciones de sus obras.
En los distintos documentos que integran el Códice Chimalpahin se narra el devenir histórico de comunidades indígenas del centro de México, además, el conjunto histórico contiene la copia en náhuatl más antigua que se conoce de la crónica Mexicáyotl, de Fernando Alvarado Tezozómoc.
Al morir Ixtlilxóchitl, su hijo, Juan de Alva Cortés, entregó los manuscritos a Carlos de Sigüenza y Góngora (1645-1700), quien los integró en tres volúmenes que hoy conocemos como Códice Chimalpahin.
En 1827, José María Luis Mora (1794-1850) intercambió con James Thomsen (1788-1854), de la Sociedad Bíblica de Londres, los manuscritos de Domingo Chimalpahin y Alva Ixtlilxóchitl por biblias protestantes, para dar inicio a una campaña nacional de alfabetización.
El gobierno de México, por medio del INAH, repatrió el Códice Chimalpahin en 2014 y desde septiembre de ese año se resguarda en la bóveda de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia (BNAH). Ernesto Miranda comentó que la reciente exposición Códices de México. Memorias y saberes, que se presentó en el Museo Nacional de Antropología, permitió al público interactuar por primera vez con este patrimonio documental y revalorar su gran importancia histórica.
“La muestra fue un hito y ha derivado en otros proyectos, como la realización de una edición digital del Códice Mendoza, y ahora un micrositio en internet del Códice Chimalpahin”, añadió Miranda.
Con la creación de este micrositio, que se enmarca en la política digital del INAH, se reafirma el compromiso de preservar, estudiar y difundir el patrimonio cultural de los mexicanos con el apoyo de las herramientas tecnológicas.
Desde este portal (codicechimalpahin.inah.gob.mx), todo usuario de internet, en cualquier parte del mundo, podrá acceder a este documento fundacional de la historia de México.
Además, se encuentran disponibles los estudios introductorios de especialistas como Salvador Rueda Smithers, Rodrigo Martínez Baracs, Rafael Tena y Baltazar Brito, quienes hacen énfasis en la importancia del códice y ofrecen un contexto más amplio sobre su origen.
Estas innovadoras formas de difusión del patrimonio cultural permiten al usuario del siglo XXI conocer y estudiar este tipo de documentos históricos, que representan sistemas complejos de conocimientos, puntualizó el INAH.