No son los goles ma-rcados sino la solidez por no recibirlos lo que tiene a Chivas en la cima del Clausura 2015.
Mientras el equipo rojiblanco destaca junto a Cruz Azul como la mejor defensa, el aspecto ofensivo es todavía tarea pendiente pues son el ataque número 14 de la Liga.
Esa peculiaridad del Rebaño es reflejo de toda una Liga donde el que ataca bien suele defender mal, o en la que el destacado visitante da pena al volver a casa.
Con 24 puntos en el primer lugar de la Tabla General, el Guadalajara promedia poco más de un gol por juego: 1.1, gracias a los 15 anotados en 13 Jornadas.
Con ello está lejos de los 26 marcados por los contundentes Xolos y mucho más cerca de los 9 de Leones Negros, la peor ofensiva del Clausura 2015.
Sin embargo, la muralla erigida en la retaguardia les ha permitido alcanzar el liderato, gracias a que han recibido sólo 9 anotaciones, igual que La Máquina, ambos contrastando los 26 goles en contra de Jaguares, la peor defensa.
De los siete triunfos de Chivas, tres han sido por 1-0, como el más reciente contra el León, además de tres por 2-1. Su única victoria holgada fue contra Monterrey, un 3-0.
Las tres derrotas reflejan la misma situación, porque dos fueron recibiendo sólo un gol pero sin poder marcar, además del 1-2 ante Jaguares en el inicio de la campaña.
La escasez de goles en los juegos del Rebaño también son evidentes en cada uno de sus tres empates: dos de 1-1 y otro sin goles.
La facilidad para cerrar la puerta pero el sufrimiento para anotar no es exclusivo de los tapatíos, porque Cruz Azul, el otro equipo que mejor defiende es la ofensiva número 15.
El desequilibrio también está en Tijuana, el más contundente pero quien ocupan el escalón 13 entre todas las zagas.
Entre los pocos clubes congruentes entre ataque y defensa está el Veracruz, segundo puesto en el rubro ofensivo y la cuarta mejor zaga.
En reversa también hay contrastes porque Jaguares es el más goleado pero también el tercero más goleador.
Quienes anteponen la solidez en la zaga carecen de contundencia y los que presumen goles esconden la fragilidad defensiva.
Ejemplos así sobran con más de dos terceras partes del torneo disputadas, donde otros contrastes se dan de acuerdo a los escenarios, porque si Atlas es el mejor visitante es al mismo tiempo el segundo peor local.
