Unen obra de Brecht con montaje de Maupassant

El barítono bajo Rami Martínez ha recuperado parte de las canciones creadas por Bertolt Brecht y Kurt Weill para el musical Happy End en un disco que no sólo alude a la ironía del escritor y dramaturgo alemán, sino que revive una época y un género que cultivó el escritor, inspirado en el tango y el foxtrot.
Asimismo, algunas de estas piezas serán actuadas e interpretadas por primera vez en México, el próximo 28 de abril en el Teatro Bar El Bataclán, a las 20:30 horas, utilizando el montaje del cuento Nunca he amado, de Guy de Maupassant, que el intérprete adaptó a la actualidad.
Sobre la música de Brecht, creada en 1929, Rami Martínez señaló que se trata de una mezcla poderosa entre tango, foxtrot y tintes de música húngara y balcánica, lejos del tango milonguero, ese estilo argentino que predomina en América Latina.
Brecht creó las 17 piezas que dieron lugar a dicho montaje, luego de haber hecho La ópera de los tres centavos uno de los tantos trabajos por los que se le reconoce en el teatro mundial, explicó el intérprete mexicano y director del ensamble Favola in Musica. Happy End se ubica en el Chicago de los años 20 y en resumen recrea el enfrentamiento entre una banda de gángsters y el grupo religioso llamado Ejército de Salvación, “donde se aprecia una satírica muy divertida, casi un cómic, un melodrama con canciones en un tono cómico y exaltado”, aseguró.
Sin embargo, Bertolt Brecht y Kurt Weill crearon este nuevo montaje de forma distinta a La ópera de los tres centavos, aunque continuaron su estilo satírico y crítico encaminado musicalmente a burlarse de la realidad.
La obra se montó por primera vez en Alemania y llegó a otras ciudades, como Francia, y ha tenido nuevas representaciones en Broadway, unas veces con éxito y otras no tanto, aunque en esencia es una obra muy divertida para el espectador.
¿Por qué a Brecht le interesaba abordar este tipo de ejercicios musicales?, se le pregunta al intérprete. “Antes de elaborar esta serie de musicales, el gran dramaturgo ya era conocido como por sus obras de teatro, como teórico y productor de teatro, incluso hizo una serie de poemas y tratados estéticos sobre la escena”.

Sin embargo, de acuerdo a su investigación, la génesis que llevó a Brecht a la música desde su época más temprana, cuando él empezó a trabajar en el cabaret del teatro alemán. Posteriormente él escribió sus obras como dramaturgo y empezó a buscar colaboradores. Fue entonces cuando coincidió con Kurt y juntos musicalizaron algunos poemas de La ópera de los tres centavos. Y así empezó la historia de este musical, aseguró.

Respecto a Happy End, Rami Martínez aseguró que contiene una fuerte carga de crítica social, donde concentra su burla sobre los finales felices, es decir, en ese llamado sueño americano a través de personajes con características de antihéroes.

¿Esta obra es el reflejo de una época?, se le inquiere. “Sin duda, pues proyecta la visión de muchas personas en la Europa de aquel tiempo, donde permanece el fantasma de la guerra y la única posibilidad es huir en busca del sueño americano”.

¿Por qué vincular a Brecht con un cuento de Maupassant? “Por razones de derechos no se puede hacer alusión al contenido de la obra Happy End ni representar el musical completo, así que propuse la representación de este cuento con la letra de las canciones para que el público tuviera una referencia escénica”.

Esto significa que la propuesta es utilizar el texto de Maupassant con música de Brecht y Kurt Weill, utilizando el formato del teatro-cabaret de la época, donde se combinen textos de Maupassant y canciones de Brecht.

¿Hay una relación directa entre Maupassant y Brecht? “Mira, son dos autores muy distintos que tampoco coinciden en el tiempo, pero sí considero que hay hilos en común, creo yo, por ejemplo el carácter de su humor negro en ambos”.

De las 17 piezas que conforman Happy End, el intérprete sólo grabó ocho piezas, seis en español y dos en inglés. La selección fue hecha a partir de su gusto personal, donde incluyó piezas como Song of the Big Shot, que es un foxtrot en inglés donde se burlan de la masculinidad de los gánsters; El tango de los marineros que relata la aventura de un grupo de marinos que naufragan; o Bilbao Song y Sueño del licorero, entre otras.