Lucas era apenas un nene de dos años cuando comienzo a darme cuenta de que es diferente ¡Es tan callado! Si quiere algo, me tira de la ropa y lo señala. Pero aparte de eso, rara vez usa gestos para comunicarse. Tampoco dice sí ni no con la cabeza. A menudo se frustra y se enoja porque no lo entiendo: grita, patalea y da manotazos. No reacciona cuando le hablo ni al llamarlo por su nombre. Mi esposo y yo, empezamos a preguntarnos si será un poco sordo. ¿O no? Cuando digo “dulce”, Lucas corre hacia mí de inmediato. No obstante, escapa del contacto físico. A veces acepta sentarse en mis piernas, pero por lo general sólo cuando está muy cansado. Aprovecho cualquier oportunidad para abrazarlo, pero no son más que unos instantes, y demasiado infrecuentes”.
La historia de Lucas y de cómo su madre y su padre enfrentaron el autismo de este niño tras un diagnóstico tardío, es una de las más conocidas en redes sociales cuando se trata de autismo, una discapacidad permanente del desarrollo que se manifiesta en los tres primeros años de edad. Se deriva de un trastorno neurológico que afecta al funcionamiento del cerebro, se da principalmente en la infancia, con independencia de su género, raza o condición socioeconómica, y que se caracteriza por deficiencias en la interacción social, problemas en la comunicación verbal y no verbal y patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidos y repetitivos.
Dado que la tasa del autismo en todas las regiones del mundo es alta y tiene un terrible impacto en niñas y niños, sus familias, las comunidades y la sociedad, la Organización de las Naciones Unidas estableció el 2 de abril como el día Mundial de Concientización sobre el autismo, dado que esta condición puede traer importantes dificultades económicas a las familias, dada la falta de recursos de salud en los países en desarrollo. Algunos de los principales obstáculos sociales para las personas autistas son la estigmatización y la discriminación, que impiden un adecuado diagnóstico y tratamiento.
A lo largo de su historia, el Sistema de las Naciones Unidas ha promovido los derechos y el bienestar de las personas con discapacidad, incluidos los y las niñas con discapacidades de desarrollo. La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad entró en vigor en mayo de 2008, con el propósito de promover, proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales por todas las personas con discapacidad, y promover el respeto de su dignidad inherente. Es una herramienta sólida para promover una sociedad inclusiva para garantizar que todas las personas, adultas y menores, con autismo pueden llevar una vida plena y significativa.
Con motivo del 2 de abril, Ban Ki-moon, el secretario General de la ONU, puso de manifiesto sus impresiones personales al reunirse con personas con autismo y sus familiares: “Valoro muchísimo mis reuniones con personas afectadas por el autismo: padres, hijos, maestros y amigos. Su fortaleza es fuente de inspiración; merecen todas las oportunidades posibles de educación, empleo e integración.
Para medir cuánto han prosperado nuestras sociedades, debemos examinar cuán bien integran como miembros plenos y valiosos a las personas con capacidades diferentes, incluidas las personas con autismo”.
A partir de ello, las Naciones Unidas han determinado que la educación y el empleo son fundamentales en la inclusión social de las personas autistas: la escuela conecta la niñez con su comunidad, y el empleo conecta a la adultez con su sociedad. Las personas con autismo merecen recorrer el mismo camino. Al incluir en escuelas ordinarias y especializadas a menores con diferentes capacidades de aprendizaje, se cambian actitudes y se promueve el respeto que llevará a la creación de empleos adecuados para personas adultas con autismo.
El mensaje de las Naciones Unidas con motivo del Día Mundial de Concientización sobre el Autismo destaca que en estos momentos de dificultades económicas, los gobiernos deberían seguir invirtiendo en servicios que beneficien a las personas con autismo. Al empoderarlas, se beneficiaría a las generaciones actuales y futuras.
Lamentablemente, en muchas partes del mundo, se niegan a esas personas sus derechos humanos fundamentales. Ellas deben afrontar la discriminación y la exclusión. Incluso allí donde se garantizan sus derechos, muy a menudo deben luchar para obtener algunos servicios básicos.
La Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad proporciona un marco sólido para la adopción de medidas encaminadas a crear un mundo mejor para todas y todos.
El Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo no es solamente para generar comprensión. Es un llamado a la acción para promover programas de educación, oportunidades de empleo y otras medidas incluyentes para las personas con autismo.