Arquitectos exiliados de España dejan grandes aportaciones a la arquitectura mexicana: investigador

Los arquitectos españoles exiliados y recibidos por el gobierno de Lázaro Cárdenas en México hicieron importantes aportaciones a la arquitectura mexicana; así como sus descendientes formados en este país y que destacaron en la docencia y la práctica de la arquitectura.

Lo anterior lo consideró el maestro Juan Ignacio del Cuento Ruiz Funez investigador de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien dice que los exiliados así como los arquitectos mexicanos –de formación- nacidos en España, que llegaron también procedentes del viejo continente, hicieron aportaciones principalmente en la implementación de nuevas tecnologías y tendencias de edificación.

“Ellos llegaron, se sorprendieron con la arquitectura moderna que existía en México, y se arroparon de esos trabajos, y aportaron su conocimiento y tecnologías nuevas que traían de Europa, lo que le dio a la arquitectura mexicana en 1950 y 1960 una proyección internacional muy importante”, compartió.

En este  sentido el doctor del Cuento Ruiz Funez expuso que las aportaciones más destacadas son las tecnologías que trajeron de España, en específico habló de los “cascarones de concreto armado”, que son estructuras laminares de cemento, muy delgadas que tuvieron en México su época de apogeo en la arquitectura mundial, introducida por el arquitecto Félix Candela. Dijo que el Templo de la Santa Cruz y la Capilla del Colegio México son ejemplos de este tipo de edificación en San Luis Potosí.

Indicó, que actualmente hay arquitectos jóvenes destacados, algunos de ellos, descendientes de los exiliados, tal es el caso de Tatiana Bilbao, nieta de Tomás Bilbao; dijo que la tendencia que muestran los nuevos arquitectos es la postura crítica en materia de sustentabilidad, vanguardia y de aire fresco en materia arquitectónica.

En otro tema mencionó que la edificación vertical es resultado de la Escuela de Chicago, que data de finales del siglo XIX, y que nada tienen que ver con la arquitectura mexicana, aseguró que en esa escuela se empiezan a construir edificios en altura para aprovechar terreno en materia económica.

Opinó que la parte más interesante de las aportaciones de la arquitectura mexicana es el uso de los espacios arquitectónicos, como es la re interpretación de los patios, la generación de micro climas en edificios. Tal es el caso del Museo Laberinto de las Ciencias y las Artes, obra que impulsa la nueva arquitectura mexicana en los 80s y 90s como Ricardo Legorreta, Teodoro de González de León y Pancho Serrano.