Algunas personas no tienes la costumbre de recoger las heces de sus perros ni desparasitarlos periódicamente y esto podría atentar contra la salud.
Algunos de estos parásitos son transmisibles de animales a personas (los zoonóticos) y pueden provocar males gástricos y oculares, así como dolor. Sobre esta preocupación alertaron los científicos de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional (UNA).
Tras visitar 15 parques en Costa Rica, entrevistar a amos de perros y tomar muestras de heces y de sangre de los animales, los expertos detectaron un riesgo que puede prevenirse con buenas prácticas.
Los resultados indicaron que el 84% de las heces de perro recogidas tenían parásitos. En todos los parques, se halló al menos una muestra positiva.
«Si las heces no se recogen, los huevos o quistes presentes en ellas pueden transformarse en formas infectantes y ser un peligro para las personas en el parque. La lluvia disipa las heces y la gente no las ve, pero los parásitos siguen ahí, en lugares donde las personas se recuestan», dijo Ana Jiménez, coordinadora de la investigación.
Además, los parásitos presentes en estos desechos actúan por mucho tiempo, incluso después de que las heces han permanecido varios días bajo la acción del Sol y de la lluvia.
Responsabilidades
Tener un perro va más allá de alimentarlo, jugar con él y atenderlo si se enferma. Recoger las heces del animal también es responsabilidad del dueño; esto ayuda a evitar padecimientos transmitidos por parásitos en las heces.
Gaby Dolz, viróloga quien también participó en la investigación, señaló que, una vez que se recogen los desechos, estos pueden depositarse dentro de la basura normal en una bolsa aparte, o con los desechos orgánicos.
Jiménez recordó que los cachorros se desparasitan a las 2, 4, 6 y 8 semanas, dado que los parásitos de su madre se contagian por medio de la placenta o la leche materna.
Después, hay que hacerlo una vez al mes. Cuando ya el perro es adulto, requiere una desparasitación cada seis meses.