Cientos de personas reciben el Equinoccio de Primavera

Con diversos rituales, vestidos de blanco, decenas de personas reciben el Equinoccio de Primavera en el Sitio Arqueológico Tamohi (El Consuelo), del Municipio de Tamuín.
Desde muy temprana hora empezaron a llegar los visitantes al Sitio Arqueológico, en donde ya se encontraban los grupos chamanes los cuales realizaron diversos rituales, limpias así como plegarias, para atraer buenas energías y armonización.
Durante el día se contó con todas las medidas de seguridad, así como de emergencia médica como con la presencia de una unidad móvil de Cruz Roja, afortunadamente no se presentó ningún contratiempo durante el día.
La Dirección de Cultura y Turismo Municipal así como el arqueólogo Maurilio Perea encargado del resguardo del Sitio Arqueológico, estuvieron al pendiente del buen trato que recibieron los visitantes.
Desde las 10 de la mañana el sitio conocido mas comúnmente como El Consuelo, ubicado al sureste del municipio en el kilómetro 280 de la carretera federal 70, recibió la visita de cientos de personas que tradicionalmente se reúnen cada 21 de marzo.
En el lugar se llevaron rituales y ceremonias con las cuales según las creencias el cuerpo se carga de energía, razón por la cual todos los asistentes estaban ataviados de ropa de color blanco.
Las corporaciones de emergencia estuvieron al tanto de las actividades, las cuales resultaron con saldo positivo. El sitio arqueológico recibió la vi-sita de turistas de municipios aledaños como Ciudad Valles, Tamuín, San Luís Potosí, del interior de la Huasteca; e incluso de ciudades de otros estados como Monterrey, Nuevo León; Tam-pico y Ciudad Victoria, Tamaulipas. Las expectativas fueron superadas pues los visitantes acataron las recomendaciones de seguridad que dieron a conocer tanto las autoridades del INAH como los cuerpos de auxilio. La llegada de la primavera es un evento espiritual milenario que acerca a los creyentes del Sol con la tierra; es una oportunidad de contacto con las bondades de la tierra, para agradecer y cargarse de energía. Las zonas pre-hispánicas en México son el punto de reunión para estos rituales masivos donde los devotos de la naturaleza trepan las pirámides para tomar un baño de sol vestidos de blanco. ¿Por qué visitar las pirámides? Muy sencillo: resulta que los antiguos habitantes del mundo construyeron sus sitios sagrados empleándolos como marcadores solares con el fin de llevar la cuenta de los días.
Uno de los efectos más interesante es la sombra que se proyecta sobre las edificaciones como en la pirámide de Chichén Itzá, donde se percibe una bajada serpenteante adjudicada al dios hombre Kukulcán.

En México son 17 de 45 zonas arqueológicas, las preferidas por propios y extraños para el baño de sol o de buena energía del equinoccio que se aconseja tomar preferiblemente al amanecer o cuando los rayos pegan más fuerte durante el mediodía.