La empresa MVS decidió concluir de manera definitiva la relación laboral con la periodista Carmen Aristegui, por lo que rechazó reunirse el próximo lunes con ella, como lo solicitó la comunicadora.
Ayer por la noche, en un mensaje a medios para dar respuesta a las aseveraciones que la periodista hizo horas antes.
Felipe Chao, vicepresidente de Relaciones Institucionales de MVS, leyó un texto en el que aseguran que el conflicto no es porque la empresa transgreda la libertad de expresión, sino porque la periodista fijó como condición inamovible para resolver el problema que enfrentan la reinstalación de dos reporteros separados de su cargo.
“Como empresa, no podemos aceptar condicionamientos o ultimátums de nuestros colaboradores (…) Las actitudes individualistas no tienen cabida en nuestro proyecto. No te confundas Carmen, lo grave, muy grave que nos está pasando, es que una vez más no puedes aceptar que te equivocaste”, dijo Chao.
Respecto a los nuevos lineamientos editoriales aseguró que la periodista no dio ni siquiera oportunidad a discutirlos.
“Ella fijó un ultimátum desde los micrófonos de Noticias MVS el día viernes 13 de marzo y se lo reiteró al presidente de MVS Radio el domingo 15. El diálogo no se atiende imponiendo condiciones, sino escuchando a las partes y tratando de alcanzar acuerdos”, señaló.
Insistió en que lo que desencadenó el despido fue el ultimátum que la periodista le fijó a la empresa.
Reiteró el respeto de la familia Vargas a Carmen Aristegui, pero precisó que fue la ausencia de autocrítica por parte de la periodista la que excluyó, en su momento, la posibilidad de que reconociera que se equivocó.
Indicó que MVS tiene independencia económica que le permite tener independencia editorial, ya que los ingresos que percibe por campañas del gobierno federal son menores al 6% de los ingresos totales.
“La realidad de las cosas es que dos de nuestros reporteros llevaron a cabo una alianza utilizando el nombre de MVS sin tener facultades para ello, ni haberlo consultado con la empresa”, señaló.
Rechazó que el despido de Carmen haya sido “fraguado con mucha anticipación” por la intervención de situaciones “extrañas e inexplicables”, como ella lo mencionó.
“Eso es falso. Carmen sabe muy bien que en el mes de diciembre, pocos días después de la difusión del reportaje de la Casa Blanca, su contrato fue renovado. Hace 15 días se le autorizó la compra del automóvil de lujo que le proporciona la empresa, con el doble de valor del establecido en el contrato”, señaló.
Aseguró que la periodista es responsable de fijar condicionamientos y un ultimátum, “que, por cierto, hoy reiteró a la administración de MVS Radio para imponer su voluntad.
“MVS Radio es responsable de no aceptar desafíos ni condiciones. MVS se hace responsable de su libertad de empresa y de contratación, libertades, Carmen, tan valiosas y apreciadas como tu libertad de expresión. Nuestra relación ha terminado. Te deseamos buena suerte”, concluyó.
