El norte de Europa disfrutó de un privilegiado eclipse solar

El norte de Europa disfrutó de un privilegiado eclipse solar y unos pocos miles de personas pudieron observar durante un par de minutos el fenómeno completo desde el archipiélago noruego de Svalbard, mientras que las nubes empañaron parcialmente la experiencia en las islas Feroe.
Las Feroe, territorio autónomo danés situado en el Atlántico, y las Svalbard, en el océano Ártico, fueron los dos únicos puntos del planeta desde los que se vio cómo el disco solar quedó hoy completamente oculto por la luna.
En el archipiélago de Svalbard el eclipse pudo contemplarse sin ningún impedimento gracias a que el cielo estaba libre de nubes, aunque las temperaturas oscilaban entre los 15 y los 20 grados bajo cero.
La llegada de visitantes a estas islas fue considerable y su localidad principal, Longyearbyen, vio duplicada estos días su población, que habitualmente no llega a los 2 mil habitantes.
Dado que las plazas hoteleras no cubrían la demanda, y el cámping solo puede albergar a un centenar de personas, la población local alquiló habitaciones y casas para acoger al resto de visitantes, según informó la oficina turística de Svalbard.
Mientras, cerca de 10 mil personas se desplazaron para presenciar el espectáculo hasta las Feroe, situadas entre Escocia e Islandia, donde las plazas hoteleras se habían agotado hace semanas, según informaron las autoridades locales.
La atención al eclipse fue también grande en Escan-dinavia, donde la luna llegó a cubrir el 90% de la superficie total del disco solar en algunos puntos, aunque la visibilidad estuvo sujeta a las condiciones climáticas. En Alemania fueron también muchas las personas que se sumaron a la observación del cielo en actos organizados o en espontáneas reuniones en los parques, aunque las nubes deslucieron el espectáculo en su extremo más septentrional, donde la luna cubrió hasta el 83% del sol.
Mucho se había especulado con la posibilidad de que durante el eclipse se registraran apagones en el país, y las principales empresas gestoras de las redes de distribución de energía mostraron su satisfacción tras superar la prueba sin problemas. Las propias empresas habían informado en los días previos de las medidas adoptadas para evitar interrupciones en el suministro, recordando que en Alemania buena parte de la energía procede de las plantas fotovoltaicas, con una potencia instalada de 39 mil megavatios, y que, durante el eclipse, durante dos horas y media el sol estaría en buena parte oculto.
«Se nos ha quitado un gran peso del corazón. Todo funcionó de maravilla», explicó el director de la empresa 50Hertz, Dirk Biermann, que explicó que la potencia de las plantas se situó en los 7 mil megavatios en el momento en el que el eclipse fue mayor y subió a los 22 mil al concluir al retirarse la luna del sol.
RWE, una de las mayores operadoras en Alemania, confirmó también la superación de la prueba tras compensar sin problemas el descenso en la entrada de energía fotovoltaica y su posterior subida.
Las redes apenas tuvieron que echar mano de la energía adquirida como medida de seguridad y mantenida como reserva.
Los medios germanos retransmitieron en directo el fenómeno desde distintos puntos del país, donde se recogieron imágenes curiosas.
Como la de los jugadores del Bayern de Múnich mirando al sol con sus gafas de protección durante una pausa del entrenamiento, o la de los reyes de Holanda, Guillermo y Máxima, observando el fenómeno durante su visita a la lonja del pescado de Hamburgo.