Descubren nuevo tratamiento para combatir la leucemia

Científicos de la Universidad de Stanford han descubierto un nuevo tratamiento para combatir la leucemia, utilizando las propias células cancerosas en su contra, neutralizando así la enfermedad.
Gracias a una investigación casual en el laboratorio, el equipo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford descubrió que es posible hacer que las células de leucemia maduren y se conviertan en células inmunes inofensivas conocidas como macrófagos.
Estos macrófagos maduros son un tipo de célula inmune encargada no sólo de consumir directamente los desechos celulares, patógenos y el cáncer, sino también del reclutamiento de otras células inmunes para la lucha.
«Debido a que las células de macrófagos proceden de las células cancerosas, que ya van a llevar con ellas las señales químicas que identificarán las células de la leucemia, un ataque inmune contra el cáncer es más probable», explicó Ravi Majeti, principal autor del estudio.
La leucemia linfoblástica aguda de células B con una mutación del cromosoma Filadelfia es un cáncer particularmente agresivo y con malos resultados, por lo que Majeti aseguró que «encontrar posibles tratamientos es particularmente emocionante».
Los próximos pasos de esta investigación serán ver si se puede encontrar un medicamento que produzca la misma reacción y que pueda servir de base para terapias contra la leucemia.
Descubren
tratamiento para epilepsia basado en metabolismo
Un grupo de investigadores de Japón descubrió un tratamiento para la epilepsia que se basa en el metabolismo, lo que supone un giro respecto al tradicional enfoque neuronal de esta enfermedad, de acuerdo con un artículo publicado en la revista Science.
En el texto, científicos japoneses explicaron que esta vía metabólica podría llevar al desarrollo de nuevos medicamentos, dado que los tratamientos actuales no son efectivos para un tercio de los pacientes.
Este hallazgo se generó a partir de otro descubrimiento de los años 20: la dieta cetogénica, que se basa en las grasas, limita al mínimo los carbohidratos y alivia los casos de epilepsia resistente a los medicamentos.
Con esa dieta, la fuente principal de energía del cerebro ya no es la glucosa sino las cetonas.
Según este nuevo estudio, la inhibición de la enzima lactato deshidrogenasa (LDH), clave en la comunicación metabólica entre los astrocitos y las neuronas, bloquea la excitación neuronal y evita las convulsiones en ratones con epilepsia.
«Por consiguiente, los inhibidores de la LDH serían los primeros medicamentos antiepilépticos en imitar las dietas cetogénicas», señaló el artículo.
Los investigadores probaron veinte medicamentos antiepilépticos y determinaron que solo uno, el estiripentol, inhibió la LDH hasta cierto punto.
En un estudio más en profundidad del medicamento, identificaron una subestructura, el isosafrol, que inhibe la producción del lactato propiamente.
De este modo, la investigación sugiere que los derivados del estiripentol podrían dar lugar a mejores tratamientos para la epilepsia resistente a los medicamentos.
La tesis del estudio es que hay pruebas suficientes de que «elementos no excitables» del sistema nervioso central (los astrocitos, el sistema vascular y el sistema inmunitario) juegan un papel más importante del que se había considerado hasta ahora en el tratamiento de la epilepsia.
Aproximadamente un 1% de la población mundial tiene epilepsia, pero los medicamentos disponibles actualmente solo son efectivos para dos tercios de los pacientes. Los científicos, como evidencia el estudio que recoge Science, debaten si el enfoque del desarrollo de nuevos tratamientos anticonvulsivos tiene que ser el tradicional, centrado en las neuronas, o bien el que gira en torno al metabolismo.
Los investigadores que firman este estudio son Nagisa Sada, Takashi Katsu y Tsuyoshi Inoue, de la Universidad de Okayama (Japón); y Suni Lee y Takemi Otsuki, de la Universidad Yasuda Women’s en Hiroshima (Japón).