Piketty ¿en México?

Jamás se imaginó el profesor de economía de París, Thomas Piketty , que su libro iba a ser el más influyente en Europa, desde la aparición de La democracia en América, de Alexis de Tocqueville.
La tesis que sustenta en El capital en el siglo XXI es demasiado concreta para poder esperar tal repercusión. Simplemente dice que la excesiva concentración del capital en muy pocas manos, está demoliendo las bases de la democracia en el mundo.
Cuando el hispano Pablo Iglesias, líder de la organización política Podemos lo invitó a presentar la edición en español del libro a su programa radiofónico Otra vuelta de tuerca, Piketty, de 44 años, aceptó de inmediato. Allí soltó una bomba hace un par de semanas. Brindó por el seguro éxito de Podemos en las próximas elecciones españolas, «para proporcionarnos el triunfo que todos esperamos». Le deseó tener la misma suerte que había vaticinado días antes a la Syriza griega.
Demostrado el fracaso de las políticas de austeridad, Piketty espera que este cambio sobrepase las fronteras españolas hasta lograr la «refundación democrática de Europa», agobiada por problemas de circulante monetario.
La clase política española, de los rebasados equipos de Rajoy y Zapatero están muy erizados. Financiados por el capital transnacional, hablan de complot y del financiamiento externo que algunos populistas latinoamericanos están dando a Iglesias. Lo cual debe ser cierto, igual que muchos perredistas locales tienen gruesas cuentas e inversiones inmobiliarias en Ecuador y Venezuela?.
A ver si después de la madriza nacionalista les quedan ganas a pontificadores de la talla de Felipe González y José Luis Cebrián, «socialistas» palafreneros de Carlos Slim, de seguir embarcando a los políticos mexicanos con las cuentas del gran capitán.
En fin, todo mundo tiene derecho a declararse inocente, mientras no le prueben lo contrario…
Quienes nos gobiernan no suelen leer libros
La verdad es que ya es tiempo de que la social democracia europea enseñe su verdadero rostro capitalista y deje de jugar a las artimañas que han funcionado como freno de mano de las auténticas aspiraciones de la izquierda real…
…no con la que nos engañan Dante Delgado, Beto Anaya, Bartlett, Navarrete, Ortega, Ebrard, Aguirre , y un sinnúmero de quintacolumnistas, vividores de las bolsas de telecomunicaciones y delegacionales. Al fin todos caben en el mismo saco.
Por lo pronto, Piketty ya alertó a Francia y a Alemania que no muestren una amnesia histórica para explicar a los Pigs del sur de Irlanda que toda «la deuda debe ser pagada, hasta el último céntimo con una inflación nula», cuando sabemos que, gracias al Plan Marshall, liquidaron su deuda pública en dos o tres años.
Lo cierto es que todos los comentaristas europeos de respeto están en este momento dedicados a analizar los pronunciamientos del «gurú» Piketty. Escriben sorprendidos y expectantes, igual que los baturros españoles, lambiscones del Club de Bilderberg.
La misma receta de los populistas de siempre, es en la que han incurrido los Populares y los Socialistas españoles. Su objetivo es sólo pagar la deuda, aunque sea al ritmo de matar el crecimiento. Vigilan a Podemos para que no prometa al electorado esa función demoníaca. La realidad es que “la extrema derecha en Francia es mucho más peligrosa que Syriza o Podemos», cual apunta Piketty, quien se refiere a los “populistas” cual “partidos internacionalistas proeuropeos que quieren hacer otro Continente. Hay que tenderles la mano».
El economista galo insiste en la necesidad de instaurar una política fiscal europea común y de crear una institución parlamentaria fuerte, capaz de poner los puntos sobre las íes al Banco Central Europeo y mejorar el desarrollo de la economía.
«Quienes gobiernan no suelen leer libros?. No se puede querer tener una moneda común y rechazar la perspectiva de una democracia. No se lo pueden imponer al resto de Europa».
Si países como España, Italia y Francia propusieran la creación de un verdadero parlamento europeo, en un principio, Alemania se asustaría?, pero se llegaría a un arreglo, porque no se puede negar a todo, dijo.
Cómo se ve a sí mismo Piketty
Piketty, como hombre conocedor, es liso y llano. Asegura que hay que acabar con el mito de que la economía es una ciencia aparte, ya que en realidad está estrechamente ligada a la ciencia política, a la sociología o a la historia.
“Me veo más como un investigador social, que como un economista”, apunta. “Intento poner el objeto de estudio –el capital– como un objeto histórico; ver sus transformaciones en los diferentes tipos de propiedad, del control de la tierra y las patentes, pasando por lo inmobiliario.
“Escribo no para los gobernantes que no leen, sino para la gente que quiere leer. Intento contribuir a la democratización del saber económico y social, porque esto contribuye a la democratización de la sociedad y del capital.”
Todo mundo le entendió. Jamás se refirió a las estructuras macroeconómicas, a los cuentos del déficit, al adelgazamiento del Estado y a ningún enigma del subdesarrollo, a los que ya no estamos acostumbrados.
Al terminar la entrevista, con humildad, Pablo Iglesias se mostró impresionado de la lucidez y la convicción acerca de que hay que hacer otro tipo de políticas económicas en Europa, en la línea de reducir la desigualdad.
Mareado y pertrechado por los rabanitos
¿Adónde quedaron las grandilocuencias de nuestros economistas que a diario nos agorzoman con sus cuentos chinos sobre una ciencia casi iniciática, a la cual es imposible acceder, sobre todo cuando se trata de ocultar partidas presupuestales?
Cuatro días después de esos pronunciamientos, la Comunidad Económica Europea estaba aprobando un respiro de seis meses a Grecia para reestructurar las bases y los intereses de su deuda, comenta el maestro Nacho Romero Ruiz . ¿Qué no es mejor hablar claro? Claro, si trajéramos a Piketty a México, en dos horas los foristas de la tele lo convencerían de que «es mejor no moverle», pues el Imperio tiene renglones torcidos que nadie sabe todavía adónde conducen en sus laberintos. Que no hay mejor receta que pagar, aunque sea con los retratos de la familia.
Acto seguido, lo convocarían a un simposium donde todos los analistas del FMI, del Banco Mundial, la OCDE y de la Asociación de empleados de Bancos de México –que cobran en las nóminas burocráticas–, harían lo suyo.
Tratarían de hacerlo aparecer como un impostor de cuarto talón, echándole en cara todas las teorías sobre el riesgo- país, la dureza de nuestra moneda, volatilidades de commodities, rollovers, anclajes inmobiliarios, apoyo a monedas imperiales con el ahorro público y «todas las formas que tenemos de controlar la inflación», ¡ gracias a las cuales tenemos controlada la economía! ¿Usted cree? Lo que sí me queda claro es quePiketty no podría entenderse con ninguno de nuestros truculentos economistas y rabanitos que cobran generosamente en todas las dependencias públicas, en base a no sé qué merecimientos.
Obviamente, para compensar la impresión colonial de enclave,
la priísta Liga de Economistas Revolucionarios lo obsequiaría con una edición especial, corregida y aumentada, de los cinco tomos del Nacionalismo Revolucionario de los treinta, editados por Nafinsa, de los que coordinó Bassols, así como de un grabado del Tata, en actitud incorpórea e impasible, como el mismísimo Benemérito.

Se iría de México aceptando que no entendió nada. Rogando a Dios llegar sin escalas a su destino, con una cruda y descremada marca llorarás, ronco de hielo y mariachi, pero eso sí, bien pertrechado.