Las políticas prohibicionistas generan ‘capos’ de la droga: Juan Pablo Escobar

A sus 38 años, el colombiano Juan Pablo Escobar Henao vive en el exilio bajo la identidad de Juan Sebastián Marroquín Santos; su estigma es ser hijo del “capo” Pablo Emilio Escobar Gaviria, líder del cártel de Medellín, muerto el 02 de diciembre de 1993. Escobar se encuentra de visita en Guadalajara, donde presentó su libro Pablo Escobar Mi Padre (Editorial Planeta, 2014). El texto desmiente hechos y dichos ya publicados, e incluso contradice versiones oficiales.

“Yo asumo la responsabilidad del contenido del libro, fui testigo de esa historia que defiendo como la única y la verdadera historia”, afirmó tajante en entrevista con esta casa editorial.

El hijo del primer narcotraficante en la historia que amasó una fortuna que lo llevó a la revista Forbes y a quien se le adjudicaron miles de víctimas sin que aún exista precisión, advirtió que en países de América Latina como México, Colombia o Argentina, las políticas prohibicionistas para el consumo de drogas han desatado guerras con miles de muertos y con líderes de cárteles que se renuevan incesantemente cuando uno cae, sin atacar de raíz el problema.

“Ya comienza en el mundo, desde sus principales líderes a entender que hay que revisar las políticas prohibicionistas. Suman 40 años, iniciados por mi padre, de una lucha entre Gobierno y cárteles que ha derramado mucha sangre por un problema que debe ser resuelto como problema de salud pública y no por la vía militar. Mientras las políticas públicas no cambien, habrá “Pablos Escobar” en todos lados, en México y en cualquier país, por eso hay “capos” relacionados sin importar nacionalidades. Morirán unos “capos” y nacerán otros. Ese círculo se romperá cuando los gobiernos se decidan a actuar con el único interés de afrontar las adicciones”.