Cosas de la Ciudad

SIN RESPUESTA.- El gobierno municipal capitalino sigue sin ofrecer respuesta a las demandas de los padres de familia de la escuela José María Morelos y Pavón opuestos a la subcomandancia policíaca centro y, asimismo, omisa a los llamados de los ciudadanos que defienden el jardín Colón y que requieren de una postura del ayuntamiento. La política del avestruz no es una respuesta, aseguran los defensores del Jardín Colón.
EMANACIONES.- Entre tanto los usuarios del centro histórico, locales y visitantes, emitieron quejas que no han encontrado el oído de las autoridades, relacionadas con el persistente mal olor que surge desde las alcantarillas.
HOY.- Este domingo se celebrará el Día Internacional de la Mujer; ocasión para el recuento de los efectos de las políticas públicas para la protección y garantía de la equidad de género; para las mujeres potosinas, esta es una fecha especial, no solo para conmemorar a las hermanas Mirabal, sino para reclamar políticas públicas efectivas de garantía de equidad y respeto. Para recordar a las autoridades los casos de los feminicidos registrados en el estado y que aún nos e encuentran resueltos.
PESIMA SEGURIDAD.-El servicio concesionado del Turibus, el cual brinda servicio a las personas que quieren gozar de un paseo por algunos de los sitios históricos y/o representativos de nuestra capital, tienen un servicio de seguridad pésimo, no cuenta con los protocolos debidos, prueba de ello es el accidente de un turista que viajaba en uno de los mencionados autobuses, quien iba distraído y golpeó la cabeza con una lámpara localizada en Vallejo, casi esquina con Vicente Guerrero, en pleno centro de la ciudad, tras el golpe el joven cayó al piso, desde lo alto del segundo piso del camión. Fue necesario el auxilio de paramédicos y ser llevado el lesionado a una clínica. El prestar un servicio de Turibus también conlleva responsabilidades y una de ellas es contar con protocolos de seguridad, no solo embolsarse el dinero.
FETIDOS OLORES.- En una verdadera letrina pública se han convertido la parte sur oriente de la Terminal Terrestre Potosina, pues el lugar, dado su escaso alumbrado es el lugar perfecto para que algunos viajeros, y no viajeros, acudan a ese sitio a satisfacer sus necesidades fisiológicas, pero como se trata de puro cemento y al lado está una alcantarilla con agua estancada, ahí se queda lo que dejan y al día siguiente, a la hora de la resolana los fétidos olores inundan el área. Es entendible que mucho viajeros y no viajeros prefieran hacer ahí sus necesidades, porque los sanitarios (ya con bastantes años de servicio) de la TTP son caros y no se encuentran en condiciones de siquiera cobrar el 25% de lo que actualmente cobran.
NO EXPLICAN.- Y pues bueno, para aprovechar el viaje, estaría bueno que dijeran las autoridades involucradas a donde se pueden dirigir los viajeros cuando alguna “corrida” es cancelada en alguna de las líneas que funcionan ahí, en la TTP, porque varias “corridas” locales con frecuencia son suspendidas y al viajero no le dan ninguna explicación, simplemente le dicen que no habrá salida del autobús programada para tal o cual hora y le ofrecen la siguiente o bien, ir a buscar una salida más próxima a cualquier otra línea. En algunos casos hay problemas con los pasajeros que adquirieron sus boletos desde un día antes.
EMPRESA EXPLOTADORA.- Una empresa maquiladora, ubicada en la cabecera municipal de Villa de Arriaga ha encontrado el campo propicio para explotar a las obreras que laboran en la misma, hace tiempo les pagaban 400 pesos por más de ocho horas de trabajo, inclusive ahora les ponen “tarea” para que la terminen en cierto lapso de tiempo, pero aún más, no les dan ninguna prestación y por eso siempre tienen vacantes, pues las jóvenes que van a empelarse ahí, solo duran unos cuantos días y optan por renunciar, porque no consideran justo las condiciones en las cuales trabajan, por un mísero sueldo y el trato indigno como ser humano. Las autoridades de la Secretaría del Trabajo tienen la palabra. Una cosa es que al gente tenga necesidad de trabajar y otra, muy distinta, a tener que sufrir, por esa necesidad, maltratos y vejaciones.