Un desgarrador testimonio compartido en Twitter por el usuario @myteks narra los últimos momentos de vida del estudiante Kluiverth Roa, de sólo 14 años, antes de ser asesinado por un policía durante una protesta en el estado venezolano de Táchira.
«Uno de los niños [Kluiverth Roa] se acercó a ayudarle a un chamo a limpiarle las heridas a una chama de la Uni. Entonces el chamo se voltea y grita ‘Corran que se vienen los tombos'(…) El niño no pudo entrar en una casa para esconderse y se metió debajo de un carro», señaló la testigo
«Pero los policías se dieron cuenta», continúa el relato, «lo sacaron de debajo del carro y casi a quemarropa le metieron el tiro, un poquito por arriba de la nuca. Le entró por un lado y le salió por el otro. Quedó ahí muerto».
La testigo señala que los jóvenes que se encontraban con el niño no paran de llorar, pues «se sienten culpables» por su muerte.
Uno de ellos aseguró en una entrevista a NTN24 que presuntamente el efectivo de la Policía Nacional Bolivariana le disparó al estudiante a quemarropa.
De acuerdo con el relato, varios estudiantes de la Universidad Católica del Táchira abandonaron el lugar, debido a que la policía estaba ingresando en las instalaciones. El testigo asegura que los policías los persiguieron disparando perdigones y gases lacrimógenos.
«El chamito cae al piso y cuando estaba en el piso le colocan, no sé muy bien, una pistola o chopo, y le disparan. Él ya estaba convulsionando. Luego murió», dijo.
El director de Seguridad Ciudadana del estado Táchira, el militar Ramón Cabezas, dijo que Kluiverth Roa, de 14 años y estudiante de secundaria, falleció tras un disparo de un policía que buscaba dispersar a quienes protestaban por la inflación, la escasez de bienes básicos y lo que consideran la represión del gobierno chavista.
La ministra del Interior y Justicia, Carmen Meléndez, dijo más tarde que el funcionario policial que disparó al estudiante ya fue aprehendido.
«Fue detenido un oficial de la Policía Nacional Bolivariana quien declaró haber efectuado un disparo al estudiante con una escopeta con municiones de goma», dijo Meléndez durante un contacto telefónico con la televisora estatal.
«Se aplicará todo el peso de la ley a él y a los responsables. Aquí no hay cabida para la impunidad», agregó.
Según testigos, el joven llegó al hospital sin signos vitales.
El Ministerio Público dijo que imputará a Javier Mora, el efectivo de la Policía Nacional Bolivariana, de 23 años, por su «presunta vinculación» con la muerte del pequeño Roa.