Obesidad materna puede repercutir en la salud futura de los bebés

Los bebés nacidos de madres con sobrepeso tienen un mayor riesgo de problemas de salud en la edad adulta, por lo que es imperativo prevenir la obesidad en las mujeres en edad de procrear, advierte una amplia investigación europea.
El hallazgo es positivo porque las madres ahora saben que su salud puede tener consecuencias y podrán actuar para cuidar de la de sus hijos, destaca el estudio, uno de los más extensos realizados sobre obesidad en Europa.
La investigación, en la que participaron 13 mil personas durante un periodo de tres años, demuestra las consecuencias a largo plazo que puede traer el sobrepeso u obesidad de las madres sobre su descendencia.
Los científicos que llevaron a cabo el estudio encontraron que los bebés nacidos de madres con sobrepeso son más propensos a desarrollar en la edad adulta enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares o diabetes tipo 2.
Pero además, un equipo de investigadores de la Universidad de Edimburgo encontró que las mujeres obesas comen una dieta más rica en grasas saturadas y pobre en vitaminas y minerales durante el embarazo, en comparación con las delgadas.
Con ese tipo de dieta la placenta de las futuras madres con sobrepeso ofrece menos protección al feto de la hormona del estrés, cortisol, lo cual pone a los pequeños en mayor probabilidad de sufrir trastornos de su estado de ánimo en su vida posterior.
Ante los resultados de la investigación, parte del proyecto DORIAN financiado por la Comisión Europea (CE) , los especialistas piden medidas urgentes para prevenir la obesidad en las mujeres que están en edad de procrear.
Aseguran que toda mujer embarazada debe tener acceso a dietistas y psicólogos para ayudar a proteger la salud de sus futuros hijos, de acuerdo con un reporte de la cadena pública de noticias BBC.
«La atención debe ser dedicada a la prevención de la obesidad y mantener un buen peso entre las jóvenes que serán las madres del mañana», sostiene la líder del proyecto, doctora Patricia Iozzo, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Pisa, Italia.
Afirma que el final del embarazo es particularmente importantes ya que involucra la salud metabólica de los bebés, incluyendo grasas y azúcares en la sangre.
Las futuras madres no deben «bajo ninguna circunstancia dejar de comer, sólo deben asegurarse de tener una dieta equilibrada y mantenerse físicamente activas», sugieren los científicos.
Louise Silverton, directora de Obstetricia en el Real Colegio de Matronas, recomienda que las mujeres deben tratar de tener un peso ideal antes de embarazarse y mantener una dieta rica en micronutrientes.
Después del nacimiento, las mujeres necesitan apoyo para desarrollar hábitos saludables de alimentación y ejercicio, mismos que transmitirán a sus hijos, añade.
DORIAN, que significa orígenes evolutivos del envejecimiento saludable y no saludable: el papel de la obesidad materna, es un proyecto de investigación que inició en enero de 2012 y continúa en curso con la dirección del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Pisa.
Su objetivo es generar una mejor comprensión de los mecanismos básicos del desarrollo de la vida temprana y el envejecimiento, lo que puede traducirse en la mejora de la salud y calidad de vida durante todo el ciclo vital.