Frente al fenómeno social que se desprende del incremento de las separaciones de pareja y, concretamente, por la vía del divorcio, la Iglesia Católica no tiene que desgarrarse las vestiduras, sin embargo debe ser más cuidadosa para no comercializar los sacramentos del matrimonio.
Así lo puntualizó ayer el arzobispo de San Luis Potosí, Jesús Carlos Cabrero, quien aseveró que tal fenómeno lleva a los sacerdotes obligadamente a ser más exigentes “en la selección de los candidatos al matrimonio”.
Cuidar que las parejas no se acerquen al matrimonio sin convicción, improvisados ni forzados por las circunstancias. “Improvisados quiere decir que n o tienen los elementos humanos necesarios: madurez que sustente una decisión, una madurez humana, psicológica… No sólo de posibilidades económicas, pero sí que los que se van a comprometer, él y ella, estén decididos a luchar juntos a buscar juntos la vida y no nada más porque “metí la pata” y, ya, ya me voy a mi casa; eso está mal, no es una decisión, sino una obligación, es empobrecer el sacramento”.
–¿Entonces, qué plantea?
–Que los párrocos, primero, no “suelten” (así porque sí) los sacramentos; segundo, los párrocos tienen una obligación moral de avisar, de hacer las investigaciones antes de dar su veredicto de que son capaces, que en su conciencia lo tomen; se necesita n o de una plática de un día a otro, sino un mayor tiempo para que la pareja de contrayentes descubran en qué grado de madurez están para sumir una responsabilidad y también el sacramento del que serán consecuente porque, ya traer al mundo más hijos sin padre y sin madre…
–¿Cree que las nuevas tecnologías de comunicación, las redes sociales, pueden ser una causante de que se tomen decisiones a la ligera?
–Creo que a nuestro México le está faltando madurez en el proceso selectivo de su pareja; tenemos que fijarnos bien, entender que el ánimo no es el que tiene que decidir; es algo más. Debe ser una cosa seria…
–¿Cree, entonces, que algunas parejas se encuentran frente a un mero descontrol hormonal ?
–Lo voy a decir… pero con otras palabras, porque esas (hormonas) no las conozco muy bien… Lo voy a decir así: lo que necesitan él y ella es mirar su condición, su convicción psíquica, no anímica, (porque) de querer, todos quieren…
–¿La biología que se impone?
–…la biología que se impone, ¿verdad? Primero que haya una madurez psíquica, una madurez de saber compartir la vida uno con otro, saber aceptar el criterio del otro, que sumados, juntos, uh, cuánto bien… pero también, saber compartir la responsabilidad de un sacramento.