Aceite de aguacate. Un estudio presentado en la Conferencia de la Sociedad Estadounidense de Bioquímica y Biología Molecular, encontró que el aguacate tiene compuestos que ayudan a combatir los daños que causan los llamados radicales libres.
El aguacate nutre y suaviza tu piel por su alto contenido en fitoesteroles y vitamina E, D y A, es apropiado para el cuidado de las pieles secas y con rastros de envejecimiento.
Aceite de germen de trigo. Fuente de ácidos grasos, provitamina A, lecitina, estearina y vitamina E, el aguacate es un hidratante ideal porque regenera y protege tu piel de los rayos del sol, aumenta su elasticidad y previene la aparición de estrías.
El aceite de jojoba. Su nombre científico es Simmondsia chinensis y produce una cera líquida que es utilizada en la industria cosmétiquera para hidratar la piel y el cabello; también tiene propiedades antibacterianas porque controla el hongo Candida albicans y es eficaz en el tratamiento de la soriasis.
El aceite de caléndula. Rica en fitoesteroles, sapo-ninas y el betacaroteno, su composición química dan un efecto analgésico.
La Dra. Lérida Acosta de la Luz, Directora de Medicina Natural y Tradicional en Cuba, menciona que la caléndula tiene propiedades antisépticas y cicatrizantes, potencia la síntesis de glucoproteínas y colágeno, haciendo que la piel sane sin dejar cicatrices.
Aceite puro de Almendras dulces. El aceite de almendras dulces es un aceite excelente y el preferido por la mayoría de aromaterapeutas y quiro-masajistas ya que su textura es suave y ligera, combina muy bien con cualquier aceite esencial y es apto para todo tipo de piel, en especial las delicadas.
Es una fuente extraordinaria de vitaminas y minerales y está indicado para pieles con dermatitis, grietas o quemaduras ya que es muy hidratante y delicado.
Se puede ingerir en su estado puro.
Aceite de Coco. El aceite de coco es muy utilizado en cosmética y aromaterapia, ya que combina genial con otros tantos aceites esenciales vegetales.
Tiene muy buenas propiedades tonificantes y también protege y suaviza tanto la piel como el cabello (por lo que se suele utilizar como mascarilla capilar).
También es un excelente aceite de masaje.
A temperatura fresca, el aceite de coco se solidifica, pero se fundirá con un poco de calor, por ejemplo el calor producido al frotarlo en las manos.
No es recomendado para pieles o cabellos grasos, pero irá genial la pieles o cabellos secos.
Se puede ingerir en su estado puro, y de hecho es una de las bases principales de muchas gastronomías.
Aceite de Argán. El aceite de argán es uno de los más cotizados y mejor valorados ya que sobre todo es excelente para pieles maduras. Es muy antioxidante, lo que significa que es capaz de combatir los radicales libres para retardar la oxidación y degeneración de los tejidos.
Su propiedad antioxidante se la otorga la vitamina E, y para hacernos una idea, el argán tienen 50 veces más vitamina E que el aceite de oliva, que es muy buen antioxidante también.
Aceite de Rosa de Mosqueta. El aceite puro de rosa de mosqueta es uno de los mejores cosméticos naturales, y además uno de los más utilizados.
Es muy rico en ácidos grasos esenciales poliinsaturados: 41% ác. linoleico (Omega 6), 39% ác. linolénico (Omega 3) y un 16% ác. oleico (Omega 9). Estos ácidos grasos son muy nutritivos para la piel y están directamente relacionados con la regeneración de los tejidos.
Previene la aparición de arrugas y estrías (por lo que es muy común utilizarlo durante el embarazo o dietas de adelgazamiento rápido), y también ayuda a curar y reducir las cicatrices, como por ejemplo las marcas que derivan del acné.