Cada día más estudios científicos advierten peligrosa relación entre los trastornos del sueño y el riesgo de sufrir cáncer. Sigue leyendo y entenderás porqué quien sufreapnea del sueño debe buscar tratamiento adecuado para evitar graves daños a su salud.
Trastornos del sueño, Apnea del sueño, Riesgo de cáncer
Sueño anormal
Los patrones normales de sueño pueden verse afectados por diferentes problemas:
Insomnio: dificultad para conciliar el sueño o mantenerse dormido.
Apnea del sueño: trastorno por el que se interrumpe la respiración durante 10 segundos o más mientras se duerme.
Hipersomnia: incapacidad de permanecer despierto durante el día.
Trastornos del ritmo circadiano: alteración del ciclo de sueño-vigilia que impide a la persona dormir y despertar en los momentos apropiados.
Parasomnias: son sueños y actividades físicas particularmente vívidas que se presentan mientras el individuo duerme.
Cualquiera de estos trastornos no sólo dificulta dormir a pierna suelta por la noche, también impide permanecer alerta y participar en actividades durante el día. Sin embargo, la consecuencia más grave tiene que ver con algo más específico, es decir, con la desoxigenación sanguínea y cerebral que presenta particularmente quien sufre apnea del sueño.
Menos oxígeno, más enfermedades
Por lo general, la apnea constituye problema crónico (constante) de salud por el cual el paciente pasa de un sueño profundo a uno liviano cuando hay una interrupción de la respiración o ésta se vuelve superficial.
En consecuencia, la persona experimenta profundo cansancio durante el día, difícilmente se concentra en sus actividades diarias y en su mente sólo hay una idea: ¡quiero dormir! Quizá también debería pensar en acudir al médico, pues las posibilidades de sufrir cáncer crecen a medida que su problema no es diagnosticado y, mucho menos, atendido.
De hecho, científicos de Estados Unidos descubrieron un vínculo entre los trastornos respiratorios provocados por la apnea y el riesgo de morir por cáncer. Los especialistas afirman que cuando se priva al organismo de oxígeno durante horas (o se registran bajos niveles del mismo en la sangre), existen condiciones para el crecimiento de tumores.
Igualmente, trabajos experimentales en animales, encabezados por especialistas del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS), en la Universidad de Barcelona y el Hospital Clínic, demostraron que los episodios repetidos de hipoxia (suministro inadecuado de oxígeno característico de la apnea del sueño) se asocian con acelerada progresión del cáncer.
Información adicional de estudio realizado por la Universidad de Islandia, en Reikiavik, señala que los hombres con trastornos de sueño tienen hasta dos veces mayor riesgo de padecer cáncer de próstata que quienes duermen sin problemas durante la noche.
La relación entre apnea del sueño y enfermedades en general, se debe a que las células que nos defienden incesantemente de agresiones, invasiones o elementos extraños dependen (como todas las del cuerpo) del oxígeno. Un medio adecuadamente oxigenado las estimula y mantiene en forma, por lo que cuando este elemento falta, la salud se ve mermada.
Apnea del sueño, ¡tiene solución!
La apnea del sueño puede ser muy grave. Sin embargo, cuando el paciente cumple con el tratamiento indicado por el médico, mejora su calidad de vida y, por tanto, puede dormir durante más tiempo por la noche y aliviar la somnolencia en el día.
Además, reducirá las probabilidades de sufrir otras enfermedades (presión arterial alta, ataque cardiaco y accidente cerebrovascular), regularmente ligadas a los descensos frecuentes de la concentración de oxígeno y la disminución de la calidad del sueño, factores que desencadenan la liberación de hormonas del estrés y elevan la frecuencia cardiaca.
Eso no es todo, la apnea del sueño que no recibe tratamiento puede modificar la forma en que el cuerpo usa la energía, lo que incrementa el riesgo de sufrir obesidad y diabetes.
Si tienes apnea del sueño, además de las recomendaciones del médico puedes realizar ciertos cambios en tus actividades o hábitos diarios, entre ellos:
Evita el alcohol y las medicinas que te produzcan sueño, ya que dificultan a la garganta mantenerse despejada durante el sueño.
Baja de peso, si presentas obesidad o sobrepeso (con menos kilos de sobra mejorarán los síntomas).
Duerme de lado en vez de dormir boca arriba, para mantener la garganta despejada. Mantén las vías nasales despejadas por la noche con atomizadores nasales o medicamentos para la alergia si es necesario (pregunta al médico si conviene hacerlo).
La comunidad científica asegura que se requieren mayores estudios para confirmar la vinculación entre trastornos del sueño y cáncer. Por ahora, lo cierto es que quien sufre problemas para conseguir un sueño reparador debe acudir al médico a fin de recibir tratamiento que le ayude a dormir plácidamente y con la tranquilidad de que el oxígeno que llega a sus pulmones garantizará su salud por muchos años.
