Más tardó en convertirse en madre que en homicida de su hijo»

Una mujer de 20 años abandonó por tres días a su hijo dentro de su casa en la delegación Iztapalapa. Cuando volvió, lo encontró muerto para después inventar que falleció por muerte de cuna.
Durante tres días los vecinos de la calle Manuel Capetillo, en la colonia San Miguel Teotongo, en la delegación Iztapalapa, escucharon el llanto de un bebé, pero ninguno sospechó que ese niño estaba solo, sin alguien que lo alimentara y cuidara. El primer día lloró varias horas, el segundo únicamente lo hizo a ratos. Para el tercero prácticamente ya no lo escucharon.
Durante esas 72 horas, su madre, Leonor Valle, de 20 años, dejó a su suerte a su hijo de tan sólo siete meses de edad. Cuando regresó a la casa que rentaba en la manzana 49, lote 8, encontró al niño en la misma cuna donde lo abandonó, pero ya había muerto.
Sin signos vitales y con la ayuda de su pareja sentimental, lo llevó a un médico particular. Aunque inventó que el bebé, quien aún no había sido registrado, dejó de respirar mientras dormía.
El médico que revisó el cuerpo del menor detectó que además de las evidentes señales de deshidratación, tenía huellas de golpes, por lo que dio aviso a las autoridades.
Los peritos de la PGJDF que revisaron el cadáver confirmaron que el bebé presentaba el síndrome del niño maltratado e iniciaron la investigación para esclarecer su muerte, que ocurrió a finales de enero pasado.
En su primera declaración —en calidad de testigo— Leonor Valle mintió. Reiteró que el niño había sufrido la muerte de cuna. Sin embargo, al caer en contradicciones aceptó que lo había abandonado para irse con su pareja, Luis Jhosemer Romero.
Agentes de la Policía de Investigación no daban crédito a lo que escuchaban. Les parecía increíble que lo hubiera dejado solo, encerrado en una casa.
“Más tardó en convertirse en madre que en homicida de su propio hijo”, dijo uno de los agentes que llevó el caso.
Aunque la mujer inventó varios pretextos para justificar el no haber regresado a tiempo para salvar la vida del niño, ninguno fue lo suficientemente creíble para evitar que el MP la consignara a prisión.