Cáncer; impacto emocional para los familiares y amigos

El cáncer es difícil enfermedad que afecta tanto al paciente como a sus seres queridos. ¿Cómo manejar las emociones ante el diagnóstico de cáncer de un familiar o amigo? Aquí, la respuesta.
Cáncer y familia
Algunas afecciones aparecen y se van rápidamente sin dejar huella, pero otras llegan y cambian la vida de forma tan drástica que nada vuelve a ser igual. El cáncer es una de ellas.
A pesar de los progresos que ha logrado la ciencia tanto en su detección como en su prevención, esta enfermedad sigue provocando mucho miedo no sólo en los pacientes; quienes los rodean también se ven abrumados y, a menudo, sin saber cómo actuar.
Aunque abundan estudios y datos sobre este crecimiento descontrolado de células malignas en el organismo, sus causas, síntomas, pruebas y tratamientos que requiere, el desgaste emocional de personas que cuidan a pacientes con cáncer es tema que suele quedar en segundo plano.
No obstante, al igual que el paciente puede sentir enojo o ira luego de recibir el diagnóstico (junto con todos los signos que la afección desencadena), amigos o familiares también tienen dificultades para enfrentar la enfermedad.
¿Cómo afecta el diagnóstico de cáncer en la familia?
Las reacciones emocionales ante el diagnóstico de cáncer generalmente reflejan el carácter de las personas que rodean al paciente, quienes pueden experimentar toda una variedad de sentimientos que cambian con frecuencia y sin previo aviso. A veces, es posible que sientan:
Enojo, miedo o preocupación.
Tristeza y culpa o soledad.
Guardan un fuerte sentido de esperanza para el futuro o todo lo contrario, una gran desesperanza.
Les invade la impotencia ante la enfermedad.
Todos estos sentimientos son naturales, por lo que nadie debe sentirse avergonzado por ellos y, mucho menos, tratar de esconderlos. Lejos de ayudar al paciente, cuando se ocultan las emociones de personas que cuidan a pacientes con cáncer aumenta el estrés ante la enfermedad, se nublan las ideas y crecen las probabilidades de cometer errores en el tratamiento médico, sobre todo cuando son cuidadores terminales.
Cuidadores de la salud de pacientes con cAncer
Los sentimientos de la familia ante el cáncer son tan variados, que es imposible hablar de una sola forma de abordar el asunto o lidiar con las emociones. Sin embargo, especialistas en el tema aseguran que ciertas actitudes pueden ayudar en la mayoría de casos:
Para muchas personas, evitar el tema frente al paciente y hablar de cualquier otro asunto significa mostrarle apoyo. Sin embargo, esto no ayuda al tratamiento médico ni a la salud mental de familiares o amigos del enfermo. Cuando existe dificultad sobre cómo manejar un diagnóstico de cáncer, conviene acudir con especialistas para abordar el problema.
Si eres el blanco de la ira y la frustración del paciente, recuerda que no eres el motivo de ese enojo, sino una persona de confianza con quien él o ella descarga su rabia por la forma como la enfermedad ha afectado su vida. Así que no lo tomes personal ni conviertas las palabras en emociones dañinas.
Si tienes una relación cercana al paciente, decirle algo como «estoy aquí para cuando estés listo para hablar» le brindará una oportunidad de compartir esta experiencia contigo. De esta forma, sentirás que realmente lo apoyas y liberarás gran parte de tus preocupaciones.
No temas compartir tus temores y preocupaciones con la persona que tiene cáncer. La sinceridad con respecto a esos sentimientos puede permitirte enfrentar juntos los momentos difíciles.
Durante la lucha contra esta enfermedad, algunas personas sacan a relucir sentimientos y discusiones pendientes entre padres, hermanos o abuelos; sin embargo, conviene hacer una evaluación y revisar viejos asuntos no resueltos antes de empezar juntos la batalla del cáncer como una familia unida.
Cualquier amigo o familiar que esté ayudando a cuidar a una persona con cáncer, tiene necesidades y atenderlas le permitirá vigilar de la mejor forma el bienestar del paciente. Recuerda que existe una diferencia entre «hacer» y «hacer demasiado», en otras palabras, debes reconocer los propios límites y descansar cuando sea necesario, de lo contrario, estarás afectando su salud física y mental.
Evita el sentimiento de culpa. Muchas personas sienten que la vida es injusta cuando pone a prueba la salud de familiares o amigos con cáncer y preferirían estar en su lugar. Sin embargo, esta actitud no ayuda, por el contrario, puede ser un obstáculo para tomar decisiones en favor del paciente y del propio bienestar.
Sinceridad, ante todo
Cuando se tienen familiares con cáncer, la mayoría de personas encuentra que informarse a fondo sobre la enfermedad, hablar con sinceridad de ella, de los problemas que surgen y de sus sentimientos no sólo permite manejar mejor las emociones ante la afección, también puede ofrecer apoyo al paciente. Si tienes amigos con cáncer, simplemente hacer acto de presencia para escuchar lo que tengan que decir les abrirá una vía de comunicación que puede fortalecer más la relación.
De cualquier forma, si te resulta muy difícil lidiar con las emociones frente al cáncer, acude con especialistas o acércate a grupos de apoyo para familiares de personas con cáncer. Recuerda que no estás solo.