Papa declara mártir a obispo salvadoreño

El Papa Francisco reconoció hoy de manera formal el martirio del arzobispo salvadoreño Oscar Arnulfo Romero, conocido con el sobrenombre de «obispo de los pobres», y estableció que sea reconocido como beato de la Iglesia católica.

Según informó la sala de prensa del Vaticano, el reconocimiento se dio a través de la promulgación de un decreto, que fue sometido al pontífice este día por el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.

Nacido el 15 de agosto de 1917 en Ciudad Barrios, el arzobispo de San Salvador fue asesinado «en odio a la fe» el 24 de marzo de 1980 en la capital salvadoreña.

El obispo fue ejecutado por un sicario mientras estaba celebrando la misa en la capilla del Hospital de la Divina Providencia. El autor intelectual reconocido del crimen fue Roberto D’Aubuisson, líder del partido conservador Alianza Republicana Nacionalista (Arena) .

Con la decisión de Francisco de reconocer el martirio se pone punto final a casi 35 años de polémicas políticas. En su tiempo Romero fue acusado de ser un «obispo rojo» y «filocomunista» , por sus duros sermones contra el avance violento del ejército en medio de un sangriento conflicto interno.

Esa predicación le hizo también ganar el título de «obispo de los pobres» y en El Salvador ya desde hace años se le venera espontáneamente como un santo.

Su causa de beatificación, iniciada oficialmente en 1997, permaneció detenida durante años en el Vaticano y su desbloqueo se dio después de una personal atención de parte del Papa Francisco.

Una vez aprobado el decreto que reconoce el martirio, ahora sólo resta que la Santa Sede comunique la fecha y el lugar de la ceremonia con la cual será elevado al honor de los altares.

También este día Bergoglio reconoció los martirios de los sacerdotes Miguel Tomaszek y Sbigneo Strzalkowski, ambos religiosos franciscanos, que además de Alejandro Dordi fueron acribillados el 9 y el 25 de agosto de 1991.

Ellos cayeron víctimas del grupo extremista peruano Sendero Luminoso en la localidad de Rinconada, Perú. A ellos también el Papa les reconoció que fueron asesinados «por odio a la fe».