Festival del Centro Histórico de México: Programa muy selectivo

Desparecerán los espectáculos de música electrónica, alternativa, rock y el teatro callejero del programa XXXI del Festival del Centro Histórico de México, que se realizará del 25 de marzo al 12 de abril. Al respecto, su director artístico, Sergio Vela, afirmó que “se trata de ser selectivos y no excluyentes”.
Explicó que este festival, que ha recuperado su nombre original, se enfocará en el público que visite la ciudad durante Semana Santa y reconoció que contrario a su tradición, el festival no será clausurado en el Zócalo capitalino debido a que éste permanecerá ocupado por una serie de filmaciones imposibles de sortear.
Cuestionado sobre el programa durante la conferencia de prensa que convocó ayer en el Museo Franz Mayer, Vela reconoció que para este festival aún no se decide cuál será la obra artística que será restaurada, por lo que sólo habló sobre su programa artístico y académico.
Cabe señalar que las ediciones anteriores de este festival consideraron foros alternativos como Aural, Animasivo, Xcéntrico y Radical Mestizo, los cuales estaban dedicados al público joven, sin embargo, estos no aparecieron en este programa. ¿Por qué?
Sergio Vela respondió: “Una de nuestras apuestas será hacer un festival orgánico y no mantener los pequeños capítulos aislados que resultaba –en términos del análisis que hicimos del público– una oferta dirigida solamente a un sector del público en lugar de integrar las propuestas”.
Sin embargo, reconoció que en torno a los conciertos de rock éstos serán recuperados posteriormente, ya que en este año existió una dificultad: el Zócalo será utilizado para algunas filmaciones programadas y no estará disponible.
“Sabemos que el rock congrega multitudes así que no podremos programarlo en una pequeña plaza… pero en esta ocasión no habrá disponibilidad en el Zócalo, aunque no es un tema abandonado”, dijo.
Pese a todo, reconoció que sí existen más espectáculos musicales que escénicos, lo cual tiene una justificación: “Simple y sencillamente porque la música es más portátil que los espectáculos dancísticos o teatrales que requieren ensayos y montaje”.
Y añadió: “No se trata de una preferencia sesgada que derive de mi formación o de otras actividades personales; de hecho tenemos menos presencia operística de la que me gustaría que hubiera en términos personales”, aseguró.
¿Cómo justifica entonces la falta de actividades plásticas en este foro?, se le cuestionó. “Ha habido un problema para incorporar artes visuales como propuesta ya que los museos trabajan con mucha mayor antelación y sus actividades ya estaban comprometidas; es por una cuestión de cronología y no hubo posibilidad de incrustar exposiciones”. Sin embargo, explicó que en este momento trabaja para que no suceda lo mismo en los siguientes años. Por último, comentó que esta programación, a diferencia de otros años, sí se concentró en un número determinado de espacios. “Es parte de un criterio de programación que sí defiendo, que en lugar de ampliar horizontalmente la oferta abriendo un sinnúmero de espacios… hemos procurado reducir su número y repetir distintas funciones”.
¿Por qué no se incluyó teatro callejero como ya se había hecho?, se le inquirió. “El tema del teatro callejero me encantaría que pudiéramos desarrollarlo, pero requiere de más tiempo y de una logística peculiar que en este año no era posible porque durante ese periodo habrá unas filmaciones en el Centro Histórico, las cuales impiden el uso de esos espacios”, justificó.
Las sorpresas
Entre las sorpresas del programa se anunció el concierto inaugural de la Orquesta Sinfónica Nacional y las pianistas Güher & Süher Pekinel, dirigidos por Antoni Ros-Marbà; la actuación de la violinista estadunidense Kim Kashkashian y el concierto de clausura con el violinista israelí Shlomo Mintz, los cuales tendrán como foro la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes. También se destacó el estreno mundial de dos obras de los compositores Samuel Zyman y Alexis Aranda; la presentación del Dúo Amal, del ensamble de percusiones Tambuco y el violinista Philippe Quint en el Anfiteatro Simón Bolívar del Antiguo Colegio de San Ildefonso.

Entre los artistas extranjeros estarán: la pianista japonesa Tomoko Mukaiyama, acompañada del Cuarteto José White y el ensamble barroco Imaginarium, bajo la dirección de Enrico Onofri.

Para rescatar el patrimonio musical mexicano se pondrá un recital de canto con Marcela Chacón, con obras del zacatecano Ernesto Elorduy; música barroca con la Capella que dirige Horacio Franco; y el Coro de Niños Cantores del Centro
Histórico.

Y dentro del género popular se destacó la presencia de Regina Orozco, Eugenia León, Los Camperos del Valle, el grupo Afro-Cuba de Matanzas, la cantante de Malí Fatoumata Diawara y la jazzista canadiense mexicana Amanda Martínez.

En el terreno de las artes escénicas se presentará La Orquesta de los Hombres Orquesta y los Ballets Jazz, ambos de Canadá, en el Teatro de la Ciudad de México; y la Compañía Nacional de Teatro (CNT) montará Los Homéridas de Ximena Escalante en el Laboratorio Arte Alameda, así como la compañía lituana Meno Fortas que ofrecerá su versión de la Divina Comedia de Dante.

Por último, el programa académico incluirá conferencias de Antonio Lazcano sobre la Divina Comedia, una conferencia musical de Mario Lavista; Eduardo Matos hablará sobre Tenochtitlan, José Ramón Cosío en torno al estatuto jurídico de la Ciudad de México; Adolfo Martínez Palomo hablará sobre música y medicina, entre otros.