«Ahora soy el nuevo chico de la cuadra»: Rodrigo Garciarroyo

El tenor mexicano Rodrigo Garciarroyo 1976) hará su debut internacional hoy en la Ópera de Dallas, al interpretar el papel principal de Giuseppe Hagenbach en la ópera La Wally, de Alfredo Catalani (1854-1893), una nueva producción que incorporará a esta promesa del bel canto nacional al mercado estadounidense.
“¡Estoy absolutamente feliz!, y ésta será una oportunidad de oro en mi carrera”, expresó el tenor vía telefónica a Excélsior, a unas horas de subir al escenario. “Ésta será una oportunidad muy generosa, porque han creído en mí y en mi trabajo sin que antes haya hecho mi debut en otro escenario de este nivel”. Conocido por sus interpretaciones en México como Nemorino en L’Elisir d’Amore, Hoffmann en Les Comtes d’Hoffmann, Alfredo en La Traviata y Don José en Carmen, Garciarroyo explicó que todo es una feliz coincidencia, porque la oportunidad surgió cuando el titular del rol cayó enfermo.
Sin embargo, aseguró que está listo para este reto porque justo en el último año había estudiado la posibilidad para pasar de un tenor lírico a un lírico spinto, con una voz mucho más robusta y aterciopelada.
“Siempre había sido un tenor lírico y ahora estoy tendiendo a ser spinto, con una voz más redonda, con un color más oscuro y aterciopelado, que permita cruzar sobre la orquesta, pues La Wally registra una orquestación muy densa”.
Además, reconoció que este montaje lo mete de lleno en un mercado donde pocos intérpretes pueden cantar ese repertorio. “Así que ahora soy el nuevo chico de la cuadra”.
Otro reto que enfrentó Garciarroyo para ser considerado en este papel fue aprenderse el rol en menos de una semana. “Debo decirte que fue uno de los fines de semana más estresantes que recuerde en los últimos años, con doce horas consecutivas de estudio”.
Sin dejar de lado el trabajo vocal que ha intensificado: “He tenido que trabajar mucho más en mi respiración, es ese trabajo técnico donde estoy sacando armónicos de mi cuerpo que no estaba usando, para pasar de un tenor lírico a un lírico spinto”.
Y abundó: “Ahora lo que estoy buscando es una sonoridad con el cuerpo entero, con la parte de atrás de la cabeza, utilizando tonos armónicos casi de barítono; así surge ese color oscuro, denso, más pesado con el registro completo”.
Entre paisanos
Por su parte, el también tenor mexicano David Lomelí, coordinador artístico de la Ópera de Dallas, comentó que “lo más excitante en la vocalidad de Rodrigo Garciarroyo es que su voz no llega al extremo del sonido germánico, sino que mantiene un timbre específico de las voces mexicanas”.
Esto significa que mantiene la misma escuela de Rolando Villazón, Francisco Araiza y Ramón Vargas, pero con una fuerza vocal de lírico spinto, explicó. “Recordemos que en México somos prolíficos en tenores para el repertorio ligero, pero mucho menos en el repertorio spinto”.
La Wally es una ópera con un sabor completamente moderno y al mismo tiempo cuenta una historia que puede calificarse de simple: una mujer que quiere subir a la montaña a morir y el amante la sigue y quiere rescatarla, aunque al final él muere a causa de una avalancha”.
Después de su debut en Estados Unidos, Garciarroyo regresará al 8 de febrero a San Miguel de Allende, donde cantará La Traviata el 13 y 14 de febrero, con la soprano Emilia Mendoza y el barítono Jesús Suaste.
Y en mayo llegará a Puebla para interpretar el protagónico en Pagliacci. “Posteriormente ya tengo una invitación para volver a Dallas.
, pero será para 2017 en la ópera Norma”, informó el tenor.

Sin embargo, David Lomelí aseguró que por ahora ya se corrió el rumor de que una nueva voz ha llegado a Dallas. “Ya se corrió el rumor de que hay un gran tenor de buen ver, cero divo, que canta el lírico spinto, con una voz latina específica que tiene el sello de garantía”.

Por último, Rodrigo Garciarroyo mencionó que para el montaje en Dallas necesitará cualidades escénicas muy específicas. “El montaje tiene un diseño primoroso, pero sucede entre dos rampas muy inclinadas, por lo que tendré una exigencia física muy importante, sin olvidar que debo cantar una de las arias más difíciles en una de las rampas y sin dejar a un lado la tensión excitante para el público”, explicó.