“Humor, estrategia de supervivencia” Editorial Turner

Una nueva crítica de la sociedad estadunidense surca las páginas del libro Hacer el bien, del escritor estadunidense Matt Sumell, donde cuenta la historia de Alby, un adolescente que se asume como un fracasado, racista y agresivo, personaje que enfrenta la muerte de su madre y la distancia de su padre con la misma displicencia que Holden Caulfield en las páginas de El guardián entre el centeno.
La historia es autobiográfica, reconoce su autor, “aunque no por eso me gustaría que este libro se categorizara tan fácilmente, pues más allá de eso para unos éste será un libro con relatos y para otros una novela hecha a partir de fragmentos, además, tampoco importa el hecho de que sea autobiográfico; preferiría dejarlo más bien abierto”.
¿Significa que infancia es destino?, se le pregunta al autor. “No creo que necesariamente sea así, aunque de cierta manera desde que publiqué el libro voy a terapia para analizar mi infancia, porque en algún momento uno debe volver a su infancia, analizarla y tomar responsabilidad de lo que hicimos”, bromea.
Después se pone un poco más serio y acepta que, en el fondo, puede suscribir que las acciones de la infancia siempre conducen por un camino, como sucede con Alby, “sin olvidar que existe algo llamado libre albedrío que nos permite salirnos de ese camino”, asevera.
Lo cierto es que en esta serie de historias entrelazadas existe una historia de amor y odio entre el personaje, su madre y su hermana, la cual no se modifica tras la muerte de la madre. Y aunque en ocasiones la narración pareciera un despilfarro de ironías entramadas por una actitud divertida del autor, acepta que le costó mucho trabajo plasmar muchas de estas historias.
“Muchas de estas historias no fueron divertidas de escribir, me costaron mucho trabajo. Aunque una excepción sería La violación en el reino animal, la cual disfruté y disfruté conforme se volvía más y más absurda. No olvidemos que el humor es una estrategia de supervivencia”.
Para Matt Sumell, lo importante es hacer de este libro un viaje que renueve al personaje. Por ejemplo, al principio parece ser alguien desagradable, pero conforme transcurre el libro provoca que comience en el lector una especie de empatía o hasta una simpatía por esta especie de cabrón irreverente.
¿Trata de redimir al hombre rebelde?, se le inquiere. “Más bien espero que se entienda cómo el protagonista, a pesar de que aparentemente empuja o aleja a las personas fuera de su círculo vital, pues se trata de un personaje violento y cruel que en el fondo sí ama a su familia… aunque creo que muy en el fondo le es más fácil relacionarse con los perros”.
Veinte reflejos
Editado por Turner, Hacer el bien es un libro que forma parte de su colección El cuarto de las maravillas e incluye veinte relatos entrelazados.
“En realidad no fue algo voluntario o consciente el que Alby fuera un reflejo de algún sector de la sociedad, pero lo que sí quise reflejar fue a ese tipo de personas que no sabe fingir un duelo ante las personas muertas, esos individuos que son pésimos para lidiar con una pérdida, pues ése es uno de los aspectos autobiográficos del libro que comparto con el personaje. Soy pésimo para eso.”
Aunque también es cierto que en el libro, de forma inevitable, está la sociedad estadunidense, aquella que se vuelve cada vez más violenta y provoca miedo. “Y aunque la narración es un lugar muy vasto que obviamente no lo refleja todo, sí proyecta sus aspectos más violentos”.
¿Considera que esta narración pertenece a la tradición del monólogo? “¡No! Bueno, no conozco bien esa tradición pero sí estoy de acuerdo en que este libro es llevado por una voz, pues desde mis primeros escritos siempre fue así”.
¿Por qué utilizar las listas como recurso narrativo? “Es un tic de Alby. Aunque el tema de las litas surgió durante la edición, pues funciona bien en un cuento como Los supermercados, pero también aparece en Puñetazos a Jackie, así que es una necesidad del personaje para analizar su comportamiento y las razones por las cuales hace lo que hace”.
¿Es Alby una especie de primo de Holden Caulfield? “No lo pensé de esa manera, pero creo que sí se podría hacer una comparación (con el personaje creado por Salinger). Honestamente me encantaría que Alby estuviera parado en sus propios pies, pero comprendo perfectamente que las personas hagan sus propias comparaciones o traten de encontrarle sus filiaciones”.