Resucita el vinil; es objeto de culto

Mientras que algunos lo creyeron olvidado en los años 80, otros ven en los discos en formato vinil un objeto de culto por el que estarían dispuestos a pagar lo que fuera. Ya sea argumentando su fidelidad en la calidad de la música o por nostalgia, miles de coleccionistas han hecho que 2014 sea su récord de ventas en varios países, incluyendo México, donde hace un año Amprofon ni siquiera registraba sus ventas pero ahora representan ya 1% del mercado musical.

En Estados Unidos la venta aumentó 52% respecto a 2013, que a su vez había crecido un 32% respecto a 2012. Eso se traduce en 9.2 millones de dólares de acuerdo con Nielsen SoundScan, compañía de medición con presencia en 100 países. “Fue el año en el que las ventas de vinil casi se empalmaron con el de las ventas digitales”, comenta Alan Ornelas, representante de la tienda La Roma Records, una de las más importamtes de vinilos en México.

“Es lógico porque las disqueras tienen dos opciones: editar un disco para plataformas y también una versión en vinil con buena calidad”, agrega.

Esta tienda especializada fue abierta en agosto de 2012. Cuando inauguraron, recuerda el representante, tenían un artista nacional; ahora tienen más de 25 (de un catálogo de cerca de 3 mil títulos) entre los que se encuentran Café Tacvba,Molotov y Zoé, dejando en claro que también los artistas quieren recuperar el formato.

Negocio de culto

Todo ha evolucionado, incluso los aparatos para escuchar este tipo de discos, ya que ahora hay tornamesas que cuentan con tecnología que digitalizan el contenido al convertirlo en MP3. Así, el usuario puede llevar la música de su vinil al teléfono móvil y las computadoras. Y algunos discos incluyen tarjetas para descargas gratuitas, motivando la legalidad y el negocio de música digital.

MixUp es otra tienda que ha sentido el incremento en la venta de acetatos en México: “Al ser una tendencia mundial, se ve reflejada. En nuestras tiendas ya contamos con un mueble específico para exhibir esta mercancía, definitivamente se ganó un espacio” dice Lucila Zetina, vocera de MixUp.

Los precios actualmente varían de acuerdo al artista, ya que mientras en establecimientos como Mixup se encuentra el 21ST Century Breakdown (Green Day) a mil 151 pesos, hay otros más accesibles como el importado The endless river (Pink Floyd) en 734, y Yellow Submarine (The Beatles) a 299.

“Muchos viniles son de importación y el costo varía, dependiendo su origen, hay artistas que sacan un vinil edición japonesa, otra inglesa y otra alemana. En cada una agregan material y se refleja en el costo. Si es nacional, será más económico”, argumenta Zetina.

En la disquera independiente La Roma Records se pueden encontrar títulos como Lazaretto (de Jack White), en 450, aunque hay algunos precios similares, tomando el ejemplo de AM (Artic Monkeys) que en este sitio cuesta 420 mientras que en Mixup 474.

“No es que sea el negocio del siglo”, dice Alan Ornelas. “Las disqueras tienen que hacer un esfuerzo porque el vinil es caro. No perdemos dinero ni ganamos pero hacemos un esfuerzo”, asegura Ornelas, cuya tienda genera 20 mil pesos al mes con una venta de entre 10 y 12 mil viniles al año.

Como todo negocio en expansión, La Roma se ha diversificado: “La gente quiere más calidad y por eso hasta tenemos una maquila para fabricar viniles con artistas como Hello Seahorse!”, informa Ornelas.