Cigarrillos electrónicos pueden liberar sustancias cancerígenas

El uso de ciertos cigarrillos electrónicos colocados a una configuración de alta temperatura podría potencialmente liberar más formaldehído, una sustancia cancerígena, que los cigarrillos tradicionales, de acuerdo con nuevas pruebas de laboratorio.
La investigación no prueba un riesgo de salud -involucró pruebas limitadas de una sola marca de cigarrillo y fue realizado en tubos de ensaye, no en personas_.
Tampoco significa que los cigarrillos electrónicos sean mejores o peores que los regulares; el tabaco contiene decenas de sustancias que podrían causar cáncer.
Pero resalta lo poco que se sabe de la seguridad de estos dispositivos, los cuales emplean baterías para calentar un líquido que libera nicotina en forma de vapor en lugar de quemar tabaco.
«Es un foco de alarma potencial», comentó un experto independiente, Stephen Hecht, químico e investigador de tabaco en la Universidad de Minnesota, sobre el estudio.
«Bajo algunas condiciones, los cigarrillos electrónicos podrían generar más formaldehído del que quieres estar expuesto.
Pero no creo que sepamos lo suficiente aún. Hay mucha variedad en esos cigarrillos y cómo son utilizados».
El estudio fue publicado el miércoles como una carta en el New England Journal of Medicine. El diario dijo que ha sido revisado por expertos en la materia.
El formaldehído o metanal se encuentra en muchas cosas: algunos materiales de construcción, desinfectantes y líquido para embalsamar.
Un estudio anterior descubrió que los cigarrillos electrónicos generaban menos formaldehído que los cigarros normales, pero dicho estudio sólo se centró en la porción gaseosa del vapor.
El más reciente se enfocó en las partículas líquidas del vapor, como el aerosol de un atomizador.
Algunos cigarrillos electrónicos permiten al usuario elevar el voltaje para incrementar el calor y la cantidad de líquido -el cual contiene la nicotina y los saborizantes- en el vapor. David Peyton, químico de la Universidad de Portland State, y sus colegas hicieron pruebas en una marca a dos voltajes distintos.
Utilizaron una jeringa para recolectar el vapor de 10 muestras, cada una representando varias bocanadas, con ambos niveles de voltaje.
Midieron el hemiacetal de folmaldehído -un compuesto creado durante la vaporización que bajo ciertas condiciones puede liberar formaldehído- en la porción líquida del vapor.
A bajo voltaje no se detectó la sustancia química. Pero en condiciones de alto voltaje, los niveles del compuesto eran entre cinco y 15 veces mayores a la cantidad de formaldehído encontrada en cigarrillos tradicionales.
Virtualmente, todos los cigarrillos electrónicos utilizan los mismos materiales en el líquido calentado, así que encontrar formaldehído «no es exclusivo de la marca», dijo Peyton, quien planea hacer más pruebas.
Sin embargo, Gregory Conley, un abogado de la American Vaping Association, defensora del uso de cigarrillos electrónicos, criticó los métodos de estudio.
«Utilizan el dispositivo en la manera en que nadie lo hace», comentó.
Utilizar el dispositivo en alto voltaje durante tanto tiempo como lo hicieron en el estudio «crea un sabor amargo y con sensación de quemazón», que provocaría que los usuarios ajusten su cigarrillo electrónico, dijo Conley.
Lo que los investigadores hicieron fue dejar un bistec en la parrilla todo el día.
Se podrían formar varias sustancias cancerígenas, pero nadie se comería una carne tan carbonizada, comentó.