Herbolaria: usos y beneficios de las plantas curativas

Quién no ha recurrido a la sábila o aloe vera para combatir problemas digestivos, o al árnica para aliviar el dolor por golpes o caídas? El uso de remedios herbolarios es tan antiguo como el hombre mismo, y es el principio de la Medicina como ciencia. ¡Conoce un poco más sobre las propiedades medicinales de las plantas!
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La herbolaria es el conjunto de conocimientos relativos a las propiedades de plantas curativas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce el valor de esta práctica terapéutica como un recurso inocuo y eficaz que puede ser aceptado por autoridades nacionales en los esquemas públicos de salud. Esta institución señala que 80% de la población mundial utiliza plantas medicinales para satisfacer o complementar sus necesidades de salud.
En la actualidad, existe inmensa documentación científica relacionada con la herbolaria mexicana, pues constituye aún el recurso más conocido y accesible para grandes núcleos de la población en México.
Según la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), en el país se han registrado aproximadamente 4 mil especies con atributos medicinales (15% de la flora total del país), es decir, 1 de cada 7 posee alguna propiedad curativa.
Los principales laboratorios y grupos farmacéuticos han aprovechado los beneficios de la herbolaria para desarrollar medicamentos a base de plantas; además, cuentan con especialistas (biólogos, botánicos, antropólogos y químicos) que trabajan en líneas de investigación dirigidas a la clasificación de vegetales y hierbas medicinales.
Conocimientos sobre herbolaria han sido transmitidos de una generación a otra y hoy en día son reconocidos e investigados a profundidad por diferentes disciplinas científicas, como Química, Biología, Botánica y Farmacología, desarrollando fármacos, saborizantes y aceites aromáticos, entre otros productos, a base de plantas medicinales.
Propiedades
medicinales de las plantas
Los hallazgos obtenidos a través del tiempo han permitido distinguir amplia variedad de hierbas y plantas curativas con las siguientes propiedades terapéuticas:
Antihelmínticas. Destruyen y permiten la expulsión de parásitos intestinales.
Antiinflamatorias. Remedios herbolarios con plantas como la cola de caballo alivian o reducen la inflamación o hinchazón de tejidos.
Antimicrobianas. Exterminan microbios causantes de enfermedades y ayudan a fortalecer los mecanismos de defensa del organismo.
Astringentes. Reducen la irritación cutánea y crean barrera protectora contra infecciones.
Estimulantes del sistema digestivo. Inducen el apetito y producción de jugos digestivos.
Carminativas. Calman la inflamación de las paredes intestinales y permiten la eliminación de gases del tubo digestivo.
Emolientes. Tienen acción antiácida y protege a los tejidos irritados o inflamados.
Diuréticas. Aumentan la producción y eliminación de orina.
Emenagogas. Estimulan la expulsión del flujo menstrual.
Expectorantes. Permiten la eliminación de mucosidades alojadas en vías respiratorias. Tal es el caso de la acelga.
Hepáticas. Fortalecen al hígado y ayudan a que funcione adecuadamente.
Tranquilizantes. Ayudan a reducir y controlar estados de nerviosismo, ansiedad e inquietud, por ejemplo, la hierba de San Juan.
Principales usos de las plantas curativas
Las plantas y hierbas que se utilizan con mayor frecuencia en forma de infusiones (tés), medicamentos y suplementos alimenticios incluyen las siguientes especies:
Abeto. Posee propiedades antisépticas y expectorantes.
Acelga. Permite que el hígado funcione correctamente y promueve la eliminación de orina.
Aciano. Tiene efecto antibiótico, diurético y antiinflamatorio; ayuda a fortalecer la vista en personas de edad avanzada.
Ajo. Indispensable en la herbolaria mexicana, pues además de utilizarse como condimento para la comida, se usa como antiséptico, antimicrobiano, hipotensor (reduce la presión arterial), hipocolesterolemiante (disminuye los niveles de colesterol) y en la prevención de trombos (formación de coágulos que pueden tapar venas y arterias).
Anís. Sirve para aliviar cólicos intestinales y controlar accesos de tos.
Árnica. Útil para desinflamar y aliviar el dolor ocasionado por algunas heridas y golpes.
Belladona. Disminuye las secreciones salivares, gástricas, nasales y sudoríparas; asimismo, tiene efecto analgésico.
Berro. Contiene gran cantidad de vitaminas A, C, D y E, siendo la C o ácido ascórbico la que posee en mayor cantidad, de ahí su uso para combatir el escorbuto; también es eficaz en casos de deficiencia vitamínica, estimulante del apetito y expectorante.
Boldo. Se emplea en infusiones para tratar afecciones en hígado, acidez estomacal, gases y fatiga excesiva.
Caléndula. Se caracteriza por tener acción antipirética (reduce la fiebre), analgésica, antiinflamatoria, antiséptica y cicatrizante.