El gobernador Rogelio Ortega dijo que «por supuesto» que habrá elecciones en Guerrero, y se comprometió a trabajar día y noche para que los guerrerenses puedan ir a la renovación de los poderes públicos en armonía y en paz.
En entrevista con un noticiero a nivel nacional, el mandatario dijo que la posibilidad de renovar los Poderes por la vía pacífica «es un derecho que no está a discusión«.
«Sí, por supuesto, por supuesto que va a haber elecciones. Se va a realizar todo el proceso electoral», dijo al ser cuestionado sobre la realización de los comicios de junio próximo, pues se han realizado una serie de manifestaciones en las que se ha protestado en contra de la realización de las elecciones por el caso Iguala.
«Yo soy optimista, si se realizó la temporada alta (vacacional) que todo mundo pensaba que iba a ser un fracaso, y era un desafío, y lo logramos, entonces hay que trabajar todos los días, atender el conflicto pero enfocarnos también a todas las actividades que nos permitan ir a un proceso de participación ciudadana significativo para la renovación de los poderes públicos en Guerrero.
«Es una oportunidad a la que ningún guerrerense puede renunciar, nadie; por legítima que sea su demanda, sus exigencias, puede conculcarnos la conquista del voto libre», enfatizó.
Señaló que las autoridades están en la ruta de atenuar las acciones violentas y poder trabajar en estos meses para poder tener condiciones favorables para que se realice el proceso electoral.
Al ser cuestionado nuevamente si entonces sí habrá elecciones, dijo: «Estoy en todo mi empeño, me comprometo a trabajar de día y de noche para que podamos nosotros ir a la renovación de los poderes públicos en armonía y en paz».
Por otro lado, sobre la apertura de los cuarteles, que era una demanda de los familiares de los jóvenes de Ayotzinapa desaparecidos, Ortega señaló que lo que las autoridades tienen que hacer es ser acompañantes, pero de manera institucional.
«Acompañarlos en la disipación de poder entrar a cualquier institución del Estado para que se vayan disipando las dudas que les queden, pero en el cauce institucional; el cauce de la confrontación y la violencia no ayudan, ni ayuda a los familiares y no ayuda a la recomposición del tejido social y la armonía que necesitamos».