Matosas devolvió el espectáculo al Azteca

Gustavo Matosas le devolvió la sonrisa al América. Y no es que el máximo ganador del futbol mexicano la haya perdido, sino que simplemente recordó cómo debe ganar y los argumentos que debe presentar para respetar su historia. Las Águilas se estrenaron en la Liga al vencer 3-2 al León en un encuentro que generó dudas, pero que terminó por ser una buena primera impresión.
Fue pasado el minuto 60 cuando la idea de atacar sin reparar apareció en América, esa que por un año se dejó de lado a cambio de la efectividad y el ganar por ganar.
Con el empate a dos goles que amargaba el debut del DT charrúa como azulcrema, América se fue al frente en busca del tanto del triunfo y lo consiguió con Osvaldo Martínez como asistente y Darwin Quintero como autor.
A partir de ese gol, apareció con mucha más claridad que en el primer tiempo lo que podría ser el América de Matosas. Un equipo revolucionado, con la velocidad como estandarte y sin espejo para mirar atrás y no tener el marco como único objetivo.
Benedetto tuvo un mano a mano para poner el cuarto gol y el propio argentino remató en el área chica para provocar un atajadón de William Yarbrough que también contribuyó con el espectáculo. Ambos equipos pusieron de su parte para un gran juego, pues León, más allá de su mal inicio, dejó en claro que no traicionará su elegante estilo.
Todo parecía un cuento de hadas para el América. Estadio lleno, estrenaban su corona, Gustavo Matosas estaba en el banquillo y León les daba un regalo como felicitación atrasada al título que obtuvieron ante la imposibilidad de hacer el famoso «pasillo» al actual Campeón.
Una confundida zaga esmeralda solo hizo acto de presencia en el Azteca, pues lejos estuvo de jugar en los primeros 10 minutos del partido. Un inofensivo centro de Arroyo por derecha se convirtió en asistencia de gol por la mala comunicación de la defensa que provocó que Aldo Rocha cortará, pero a la vez asistiera a Oribe Peralta, quien sólo empujó el balón para abrir el marcador antes de los 120 segundos.
Antes del minuto 7 apareció Darío Benedetto por el costado izquierdo para meter un gran centro a segundo poste, techar a Bottinelli y Hernández, y permitir la llegada de Peralta quien puso su doblete sin mayor complicación. León no había llegado.
Lo que parecía ser una auténtica descarga de futbol ante un aparente inocente León, comenzó a ser un partido más parejo en parte por las revoluciones que América le redujo al encuentro y a la velocidad que dejó de imponer.
León comenzó a recordar la calidad de su plantel y a modo de reciprocidad, Moisés Velasco le regresó el regalo a La Fiera. El contención quiso despejar un balón dentro de su área y solo lo rebanó para techar a Muñoz y ponerlo en su marco. El equipo de Juan Antonio Pizzi comenzó a tener más tiempo la pelota ante un América que apaleaba a la velocidad de su ataque para tener un contragolpe que le devolviera la ventaja de dos goles, pero primero llegó un nuevo error en su defensa.
Como si se tratara de ganar en pifias atrás, León aprovechó que América se quedó estático en un tiro libre a segundo poste al que sí llego Boselli para empatar y silenciar al Azteca, aunque la idea de Matosas apareció con más claridad en el segundo tiempo para llevarse el triunfo y comenzar a conquistar a su afición.