«Transcripciones» exposición que se exhibe en el Museo del Chopo

Cerca de 50 obras entre dibujo, gráfi-ca, escultura, maquetas, pintura e instalación de 30 artistas mexicanos, integran la exposición «Transcripciones», que se presenta en el Museo Universitario del Chopo.
A través de estas piezas, los artistas exploran como se han abordado la escritura, la literatura y el lenguaje a través de diversas manifestaciones de carácter plástico, escultórico y visual. Esteban King, curador de la exhibición, refirió que no se trata solamente de una muestra de poesía visual, ni de piezas vinculadas con las prácticas conceptuales del «Art & language», aunque los ecos y las confluencias con estos movimientos son inevitables. El objetivo, refirió, es mostrar una selección comprehensiva de las distintas maneras en que los artistas contemporáneos se han aproximado al fenómeno de la escritura.
«El punto de partida de la muestra es la obra del escritor mexicano Salvador Elizondo, quien estuvo involucrado en el cine y estaba interesado en la escritura china, porque le parecía que era una escritura visible como legible.
«Las piezas de Elizondo sirven para detonar una serie de problemáticas, en torno a la visibilidad y legibilidad de la escritura; y lo que hacen estos artistas es explorar que se puede hacer con el lenguaje, como se le puede emplear de una manera convencional, como nos permite imaginar otros mundos, otras problemáticas», señaló.
Las obras de esta exposición abordan la literatura, la espacialidad de la escritura, la materialidad del lenguaje y las posibilidades que ofrece el alfabeto a partir de textos ilegibles, escrituras cifradas, juegos del lenguaje, construcciones formales, traducciones y transliteraciones.
De acuerdo con King, las reflexiones y problemáticas en la muestra, es que cada artista busca la suya, pero al dividirla en diferentes núcleos, hay quienes presentan escrituras ilegibles, cifradas y que contienen una manera de acceder a ellas, pero sin saber cómo.
«Tenemos artistas como Vicente Rojo que escriben pero cuya escritura no tiene un tipo de significado. Carlos A. Morales, presenta una escritura cifrada pero que esta traducida a un cuento de Roberto Bolaño, pero no conocemos la manera en cómo se cifro.
«Hay otros que han hecho escritura como un rastro, como un signo que queda impreso en el espacio o materia de la hoja y que se asocian al movimiento; se trata pues de exploraciones que nos reflejan cómo acercarse a la escritura, que tiene ver con una necesidad de leer y entender el mundo de otra manera. Al final es escritura, nos dice algo y está ahí», agregó.
La exposición, que estará abierta hasta febrero próximo, ofrece un panorama heterográfico de la multiplicidad de soluciones que los artistas han aventurado en el campo de las inscripciones, los trazos y las grafías.