Luego de las vicisitudes que vivieron los 17 cubanos, asegurados el pasado 30 de diciembre por el Instituto Nacional de Migración, cuando viajaban dentro de un contenedor en la carretera 57 a la altura del municipio de Matehuala, los migrantes lograron ingresar a territorio de Estados Unidos por la frontera de Laredo, Texas, informó el presbítero Rubén Pérez Ortiz, director de la Casa de la Caridad “Hogar del Migrante” y titular de La Pastoral Social Cáritas en la Diócesis de San Luis Potosí.
El clérigo precisó que fue él quien gestionó la documentación para que los isleños no fueran repatriados como inicialmente lo pretendía el INM.
“Iban a ser repatriados por el Instituto Nacional de Migración, pero hicimos unas gestiones para que tuvieran un salvoconducto y pudieran gozar de este amparo que les da la ley de México, a fin de que puedan salir del país, llegar a los Estados Unidos y gozar del programa “Pies Secos” que les da residencia legal”, indicó.
Pérez Ortiz explicó que luego de entregarles el salvoconducto, un primer grupo de tres salió de la casa hogar del migrante e ingresó a suelo estadounidense, mientras que el resto lo hizo el jueves pasado.
“Hace media hora (de ayer) me acaban de llamar que el último grupo ha ingresado a territorio estadounidense, tuvimos la bendición de que el mismo día que el INM dio su salida en ese mismo día se fueron tres y al día siguiente a las doce del día ya estaban en Laredo, los otros salieron anoche y ya nos hablaron para decirnos que estaban cruzando propiamente el puente”, enfatizó.
El sacerdote católico explicó que de los 17 migrantes cubanos, uno es menor de edad y el resto son jóvenes padres de familia, médicos y activadores físicos. “El salvoconducto fue gestionado por un servidor, en realidad uno es sólo intermediario y mediador de un trabajo conjunto, algo muy complejo que no puede hacer sólo una persona sino todo un equipo”, destacó.
