Editorial RM; Fernando Gamboa y sus teorías

Las ideas génesis de la teoría de la museografía desarrollada por Fernando Gamboa (Cd. de México, 1909-1990) pueden hallarse, en cierta medida, en el proyecto de la Sociedad de Arte Moderno (1944-47), en la expedición a Bonampak (1949) y en la recuperación de un lote de obras mexi-canas vendidas ilegalmente a galeristas en Estados Unidos a finales de la década de los 40.
Son proyectos que coinciden en la época temprana de Gamboa y dan cuenta de sus primeros intereses sobre la difusión del arte mexicano, no sólo desde la trinchera del museo, sino en la gestión de programas de investigación, que lo ubicaron hacia la década de los 70 y 80 como el “mayor promotor cultural” en México, señala Mauricio Marcin.
“Estos casos muestran un amplio espectro de las formas en que Gamboa actuaba, no sólo presentó exposiciones, sino que también vemos al Gamboa que promueve las investigaciones de nuestro pasado, al Gamboa que se interesa por nuestro patrimonio y casi como detective consigue devolver al país las obras robadas. Son las ideas seminales del gestor y museógrafo que completan el rompecabezas”, añade el curador.
Proyectos que integran el libro Las ideas de Gamboa (y Chávez) (y Vasconcelos) (y Reyes) (y Paz) (Editorial RM), que si bien su origen es el proyecto homónimo que se presentó en el Museo Jumex en 2013, la publicación es un primer acercamiento al archivo del museógrafo resguardado por la Promotora Cultural Fernando Gamboa, la cual conserva al menos diez mil fotografías y 300 carpetas de cartas y documentos burocráticos.
Marcin refiere que si bien el también fundador del Instituto Nacional de Bellas Artes es un personaje conocido en el ambiente cultural, en realidad poco se sabe de sus proyectos anteriores a las grandes exposiciones internacionales o del origen de sus conceptos; por lo que el libro es una revisión del archivo únicamente de los años 40 en que realizó sus primeros trabajos.
“Yo era casi tan ignorante de Gamboa como la mayoría de las personas que no están involucradas en la gestoría de la cultura; sabía de las ferias mundiales y de las exposiciones pero no conocía mucho de lo que hizo y su archivo permite conocerlo más a fondo. Entonces este volumen intenta poner a disposición de un público más grande este archivo, de hacer más social este archivo.
“Diría que el libro lo pensé mucho para estudiantes; cuando investigaba el archivo tenía la idea de no estar involucrado con lo particular, lo muy específico, y deseaba que el libro no abordara especifidades sino que de algún modo pudiera lanzar un llamado a cualquiera”.
Gamboa fundó la Sociedad de Arte Moderno en 1944 en un local en la zona de Chapultepec, y lo pensó como un espacio de exhibición. La galería fue un parteaguas para la promoción cultural al demostrar la posible relación con la empresa privada, pues fue de los primeros recintos financiados por instituciones no gubernamentales.
En tres años presentó cinco exposiciones: Pablo Picasso, Máscaras Mexicanas, Manuel Álvarez Bravo, Obras maestras de la pintura Europea en México y México visto por sus pintores. Son los primeros ejercicios formales en museografía de Gamboa, describe Marcin quien señala que a partir de estas exposiciones se aprecian elementos constantes como colocar bancas en el recorrido para el reposo del espectador.
“Desgranó los conceptos más básicos de un montaje, se puso a pensar cuáles son los pasos a seguir para crear una exposición, y muchos de estos elementos siguen vigentes, y tal vez no los inventó él mismo todos sino son parte de un movimiento relacionado con la forma moderna de exhibir colecciones de arte a la cual Gamboa se sumó y aportó sus particulares conceptos”.
En el caso de la expedición a Bonampak, Marcin destaca la capacidad de gestión de Gamboa para organizar desde el gobierno una investigación que incluía a especialistas de diferentes áreas, todos enfocados en el estudio del pasado prehispánico a partir de los templos mayas.
En el libro se recrea el viaje a través de notas periodísticas, reportes de investigadores y notas del mismo museógrafo: “En la investigación de Bonampak se ve al individuo que no espera sentado en un museo por las obras, sino que va al lugar, al sitio arqueológico para levantar información”.
De los casos, el más anecdótico es la investigación casi policiaca que realiza Gamboa para ubicar en Estados Unidos un lote de obras mexicanas de la época de la Colonia que se vendieron ilegalmente. Consiguió que el gobierno mexicano solicitara oficialmente al del país del norte devolver las obras, principalmente pinturas.
En el libro se replica la carta que Gamboa, como jefe del Departamento de Artes Plásticas del INBA, informa al director del mismo instituto, Carlos Chávez, los nombres y direcciones de los galeristas que adquirieron las piezas, e incluso el título exacto de las obras.
Sin demeritar al también promotor del Museo de Arte Rufino Tamayo, Marcin acota que debe ubicarse a Gamboa en su contexto cultural, en el sentido de que la producción de arte actual es distinta. “Por ejemplo, la forma artística que ahora conocemos como instalación le quita soberanía al curador y se la da al artista. Además no le tocó la época de internet que cambió mucho la forma de hacer arte y exposiciones”.