A unas cuantas horas de que culmine este año, todos hablamos o comentamos haciendo un recuento de lo que consideramos positivo o negativo de cómo nos fue en lo personal o en conjunto este 2014; en pocas palabras, hablamos como dice el refrán: “Según como nos fue en la fiesta”.
Este año la mayoría de los mexicanos poco tenemos que festejar, dado que en el terreno económico seguimos igual o peor que en años anteriores, se hablaba de que en este 2014, la economía alcanzaría un 2.7 % de crecimiento, sin embargo no hubo tal aumento, sino que descendió hasta la cifra del 2%. Se cree que probablemente en el 2015, puede existir incremento a la economía mexicana, con la implementación de las reformas a la Constitución que impuso el gobierno de México en materia energética, laboral y hacendaria; aunque muchos analistas consideran que nuestra economía no remontará por la contracción del mercado externo y sobre todo interno, que no se le ve ninguna mejoría por ningún lado. Hace unos días observamos una gran devaluación de nuestra moneda frente al dólar, en la cual, la moneda americana superó los 14 pesos mexicanos, por otra parte, el miserable incremento – 4% – a los salarios mínimos en nuestro país afectará enormemente el consumo interno, esto sin contar la baja en los precios de los hidrocarburos en el mercado mundial, que representa una disminución muy sensible a la fuente de divisas del erario público.
Total que en los próximos meses o quizás todo el año nuestro sistema económico se mantendrá estancado o a la baja, y como consecuencia, mayor incremento a los precios de los productos de la canasta básica, desempleo, inflación y una probable recesión económica.
Si a este negro panorama económico que nos tocó vivir, le sumamos el grave y explosivo clima de inseguridad que sufrió nuestra patria este 2014, entre los que destacan, el asesinato de 22 personas de manos del ejército en Tlatlaya, Estado de México, la desaparición de 43 normalistas de Iguala Guerrero, por parte de policías municipales y un grupo de delincuentes de aquella entidad, además también del secuestro y asesinato de Don Manuel Serrano, padre mi compañera antorchista Maricela Serrano Hernández, presidenta municipal de Ixtapaluca, la verdad, por toda ésta sombría situación que vivimos y padecimos éste año que está a punto de culminar, hay poco que festejar.
Lo que si podemos festejar es que de todo lo mal que hubo en el 2014, fue la celebración de los 40 años de existencia del Movimiento Antorchista (MA), que se llevó a cabo en los escenarios y plazas más importantes de las 32 entidades del país y que reunió a más de 950 mil mexicanos celebrando.
Festejos históricos que han colocado al MA, como la organización de masas más importante del país, con una estructura organizativa sólida y combativa para luchar contra la pobreza; con una ideología y principios firmes que buscan llevar a puerto seguro a los intereses de los sectores más empobrecidos de México, y sobre todo, con la orientación serena y visionaria del guía de ésta gran organización, el ingeniero Aquiles Córdova Morán, que en todos los eventos de celebración de Antorcha, explicó a los cientos de miles de asistentes que si hay solución para salvar a nuestra nación de los males que la aquejan, que el hecho de que haya tantos millones de pobres, es consecuencia de un sistema económico encaminado a proteger a unos cuantos privilegiados; a pesar de los diversos programas sociales aplicados por los gobiernos, y que éstos no han tenido impacto en la disminución de la pobreza, prueba de ello es que en los últimos años, en vez de que disminuya el número de pobres, éste ha crecido a casi 95 millones, porque esos programas son como darle una aspirina a un enfermo de cáncer. Esto dejó en claro Aquiles Córdova Morán, ante más de 60 mil potosinos que abarrotaron el estadio Alfonso Lastras el pasado 17 de agosto en esta ciudad, que “el grito de Antorcha de luchar contra la pobreza, no es una ocurrencia, no es una frase bonita para los medios. Contra quien lucha Antorcha no es contra los ricos o contra un individuo con poder; éste no es un problema de una persona, es un problema del modelo económico”.
Y concluyó el Córdova Morán, advirtiendo que la situación del país es cada vez más difícil, pues las familias mexicanas padecen de pobreza creciente, como consecuencia del deterioro de la situación económica del capitalismo mundial y de la dependencia de México respecto a Estados Unidos. Por ello consideró que es urgente transformar la forma de gobierno, para centrarla en apoyar a pueblo, y para tal fin es necesario que sea el pueblo quien gobierne este país. Que así sea. Y los antorchistas estaremos en primera línea por cumplir con ésta tarea, por llevar al pueblo al poder.
