Padrastro asesinó a Erika Kassandra, dice la PGJE

A Erika Kassandra Bravo, la joven enfermera de 19 años que fue encontrada con la cara desollada y el cuerpo torturado el 6 de diciembre, presuntamente la mató su padrastro, un hombre de 42 años que fue identificado por la Procu-raduría estatal (PGJE) co-mo Daniel Mendieta Sáenz.
El hombre ya se encuentra preso y enfrentará cargos por homicidio doloso, por el crimen que presuntamente cometió en solitario.
De acuerdo con el reporte policiaco, el móvil del crimen fue una discusión que el día 3 de diciembre sostuvieron la joven y el padrastro y que llevó al agresor a golpearla hasta matarla.
En conferencia de prensa, el procurador de Justicia, José Martín Godoy Castro, reveló que el presunto homicida le reclamó a la joven que se tardaba demasiado en salir para irse a trabajar y como ella contestó de mala manera, el hombre se le fue encima a golpes hasta someterla y estrangularla.
La joven, según la dependencia, tampoco fue ultrajada sexualmente ni hubo tortura previa, a pesar de que cinco ex parejas de Kassan-dra coincidieron en señalar que la muchacha les habría confesado que había sido violada por el padrastro a la edad de 15 años.
El día de la muerte de Ka-ssandra, según la PGJE, el padrastro subió el cadáver a un auto, propiedad de la madre, que era utilizado como taxi y posteriormente regresó al domicilio donde se bañó y fingió no saber nada.
De hecho, se dijo, el homicida participó y se mostró cooperativo con las autoridades para esclarecer el crimen, pero al paso de los días, las investigaciones apuntaron a que la muchacha nunca salió de su domicilio.
Presuntamente, Daniel sometió a la muchacha y la golpeó con el puño cerrado en la cara, para luego estrangularla, tras lo cual se quedó junto al cadáver media hora y decidió tirarlo fuera de la ciudad de Uruapan.
Sin embargo, cuando la PGJE centró sus investigaciones en el padrastro éste cayó en contradicciones y mostró lesiones en manos y rodillas, que presuntamente fueron producto del hecho violento que tuvo con la joven y que coincidieron con algunas de las heridas que tenia el cuerpo de la víctima.
De acuerdo con el mensaje a medios ofrecido por el procurador, se pudo llegar al presunto culpable después de que se sometieron a pruebas e investigaciones la ropa y el cuerpo del padrastro de Kassandra.
Durante estos nueve días, la población de Uruapan se conmocionó después de conocerse el crimen de la joven y hubo manifestaciones públicas exigiendo justicia a esta muerte.
Erika Kassandra Bravo recién se había graduado de enfermera en el Conalep de la ciudad de Uruapan y aspiraba a convertirse en doctora con especialidad en pediatría o ginecología.
Dos días antes de que fuera asesinada, Kassandra presentó documentación para ingresar a la Universidad de Guadalajara, donde pretendía matricularse en la Facultad de Medicina.