La sociedad debe salir de la descomposición: Sánchez Lárraga

Debe notarse un cambio en la mentalidad y en la forma de actuar de los operadores del Sistema de Justicia del Estado de San Luis Potosí, tras la capacitación otorgada al personal de la Procuraduría de Justicia del Estado, el Poder Judicial y la Secretaría de Seguridad Pública señaló Fernando Sánchez Lárraga, director de la Facultad de Derecho abogado Ponciano Arriaga Leija de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí
A unas semanas de haber concluido el proceso de capacitación en el nuevo sistema de justicia penal acusatorio, impartido por la Facultad de Derecho, el Director sostiene que la República Mexicana vive una crisis de falta de credibilidad en la impa-rtición de justicia y por ello, aunque el nuevo sistema tenga bondades, quienes deben asumir su responsabilidad son los operadores de los procesos, pues la impunidad y la corrupción no deben ser una etiqueta que sigan cargando los mexicanos a donde quiera que vaya, incluyendo el extranjero.
Para el director del plantel universitario, el cambio de mentalidad de los operadores del nuevo sistema de justicia, que ahora se aplica en las zonas Altiplano y Media de San Luis Potosí, es fundamental, para que la cero impunidad que han prometido las autoridades en los discursos, se cumpla.
Comentó que es triste cuando presidentes de otros países latinoamericanos hablan de lo que pasa en México, pues aunque luego se retracten, sus dichos tienen vicios de realidad.
Por ello, Sánchez Lárraga sugiere que la sociedad está un tanto descompuesta: “nos hemos vuelto un pueblo intolerante, violento, que vive una descomposición social, que requiere replantearse lo que estamos haciendo, ya que la crisis es de todos”.
Dijo que aunque dentro del andamiaje social hay quienes tienen mayor responsabilidad en la descomposición social, ésta se percibe en todos los sectores y a todos los niveles; por ello resalta la importancia de que cada quien asuma su responsabilidad y realice su trabajo de manera adecuada, para frenar la crisis y se pueda llegar a una madurez como país, pues aunque haya esfuerzos aislados por cambiar las leyes y sancionar a quienes comenten injusticias, si el individuo no cambia, las cosas jamás cambiarán.