«Habilidades lectoras en México, en picada»: Néstor García Canclini

México necesita con urgencia una reforma educativa que de verdad nos saque del rezago histórico, agravado en los últimos seis años por el descenso de las habilidades lectoras de los alumnos”, señaló el crítico y antropólogo Néstor García Canclini (1939), durante el homenaje que recibió ayer en la 28 FIL de Guadalajara por sus aportaciones al conocimiento de la cultura latinoamericana.
En México necesitamos escuelas y universidades que formen lectores no sólo con ortografía y sintaxis correctas.
Sino personas capaces de discernir, en un tiempo de pantallas y teclados, cómo producir y leer en el entorno donde se hipervinculan textos, música y sonido”, añadió.
Su discurso fue breve, pero trazó un recorrido por las encuestas en distintos países de América Latina, donde puntualizó cuáles son las fallas en las mediciones que arrojan.
Luego volvió sobre el tema de las reformas en México: “Los cambios no dependen de la inestabilidad laboral auspiciada por las reformas de años recientes, sino de las innovaciones posibles que la tecnología produce”.
Para eso, dijo, es necesario salir de un país estancado por falta de planes de desarrollo y crear políticas de lectura que potencien comunidades de comunicación virtual para la lectura, más allá de videotecas o librerías.
Hay vida para videotecas, librerías y editoriales, pero sólo si se reinventan en esta etapa de desarrollo socio-cultural y tecnológico; para lograrlo debemos mirar el comportamiento de los jóvenes y analizar qué es lo que conversan en internet.”
Esto significa, aseguró, que quienes hacen los planes de desarrollo cultural tienen que comprender que no sólo se trata de colocar compu-tadoras a las bibliotecas o e-books en las librerías, “sino reimaginar esos templos para que sean más que lugares comunes donde uno vaya a sentarse”.
Durante su intervención, Canclini refirió que los dos últimos años ha explorado, junto con un grupo de investigadores mexicanos, los nuevos hábitos de los lectores frente a la lectura en papel y en la pantalla.
Y me ha llamado la atención en particular una paradoja: mientras las editoriales se quejan por las ventas declinantes, crece el número de asistentes a esta feria, a la de Buenos Aires, Colombia y Brasil”.
¿Qué significa que la asistencia de público aumente en la FIL de Guadalajara? “Para quienes estudiamos los comportamientos culturales de la población, esta aparente contradicción estimula más preguntas: ¿estaremos haciendo bien las encuestas de lectura? ‘A qué viene la gente a la feria’, hemos oído a editores que sospechan de esta masividad argumentando que los visitantes llegan no a comprar libros, sino a buscar autógrafos de escritores y tomarse fotos para mostrarlas en Facebook.
A esto se suma el hecho, dijo, de que las encuestas de lectura no incluyen los soportes digitales ni cuantifican la actividad del público en internet.
Por qué desestimar las lecturas en internet, se cuestiona, “considerando que las muchas horas que cada día los jóvenes y un buen número de adultos dedicamos a leer y a escribir en Twitter y todas las redes sociales, pues no olvidemos que los tuits y follows son charlas en las que leemos y escribimos para aprender cada día”.