David G. Berlanga a un centenario de su asesinato

Estoy cierto de que hay personajes en la historia regional potosi-na que no son reconocidos dentro de la primera línea de los protagonistas de nuestro pasado, pero cuyas ideas tienen tal repercusión en el devenir histórico del estado, que a su pensamiento lo podríamos considerar transformador por derecho propio. Tal es el caso del profesor David G. Berlanga (1884-1914).
Innovador de los programas de educación básica potosina (principios del siglo XX) como director general de Instrucción Primaria en San Luis Potosí, el emblemático profesor y teniente coronel David G. Berlanga, que nació en Arteaga (Bella Unión), Coahuila, potosino por adopción,,y que murió fusilado en el cementerio de Dolores a manos de Rodolfo Fierro, pero por órdenes de Pancho Villa, apenas un mes después de que terminará la Convención de Aguascalientes, de la que fue delegado y secretario de la mesa de debates, hombre de letras y de ideales revolucionarios, poseedor de una amplia visión que supo traducirse en las reformas educativas que impulsó desde su cargo como Director General de Educación Primaria y Normal (1911?1913) de San Luis Potosí.
Creador de la Dirección General de Educación Primaria, de la plaza de Secretario de Educación Primaria, del Consejo de Educación, de los estímulos por antigüedad a los profesores y de la revista quincenal pedagógica El Porvenir Escolar donde se incluían las disposiciones oficiales importantes y diversos artículos pedagógicos y que se dividía en las siguientes secciones: de información, oficial, pedagógica y de ciencias y variedades. Siempre consciente de los problemas económicos, sociales y culturales que oprimían al pueblo de México supo desempeñar un papel decisivo que marcó el rumbo de la educación en el espacio potosino, dejando un legado invaluable para la niñez, la juventud y los docentes potosinos.
El Profesor David G. Berlanga nació el 14 de julio de 1884 en la Villa de Arteaga, cercana a la ciudad de Saltillo, Coahuila; su padre se llamaba David Berlanga, era trabajador de la fábrica textil “Dávila-Hoyos”, después llamada “Bella Unión”; su madre fue Francisca Guerrero, tuvo tres hermanos, dos niñas, una de las cuales —su hermana mayor— también fue profesora, Ana María, y un varón Francisco de Paula.
Cumplida su instrucción primaria ingresó a la hoy Benemérita Escuela Normal del Estado de Coahuila, de donde pasó a la Escuela Normal de la Ciudad de México. Titulado de profesor, después de un breve ejercicio profesional, fue pensionado por la Secretaría de Educación Pública y Bellas Artes para viajar a Europa y perfeccionar sus estudios en Psicología Educativa. Estudió en las Universidades de Berlín, Leipzig y Strasburgo y en Francia en la Sorbona.
Autor de la obra Pro-Patria, asumió una tendencia ideológica socialista a la mexicana, que le llevó a crear los desayunos escolares, las misiones culturales multidisciplinarias y la reforma educativa.
A Pancho Villa no le alcanzó la paciencia ni la prudencia y mandó a su brazo armado (Rodolfo Fierro) a arrebatarle la vida promisoria y creativa a la edad de 30 años (ya escribiremos más ampliamente de este asunto en los próximos días)..
Desarrollo este esbozo biográfico para poner el acento en que este lunes 8 de de diciembre de 2014 se cumple el Centenario de la muerte (asesinaro) de David G. Berlanga, y lo que menos debiera suceder es que se soslaye su conmemoración en San Luis Potosí. Por de pronto, en El Heraldo de San Luis se le rinde homenaje a cien años de distancia.