Urge restablecer la seguridad y confianza: FMI

El restablecimiento de la confianza y el combate a la inseguridad serán factores determinantes para apuntalar el crecimiento económico de América Latina, afirmó ayer la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.

En el marco del evento Desafíos para asegurar el crecimiento y una prosperidad compartida en América Latina (AL), reconoció que la violencia y el crimen han sido obstáculos para el desarrollo y crecimiento de la región en los años recientes.

En conferencia de prensa y a pregunta expresa de un Diario de circulación nacional  sobre el actual contexto que vive México en materia de inseguridad, la representante del FMI mencionó que lo importante es restablecer la seguridad y estabilidad.

“El crecimiento económico es alimentado por la confianza, pero esta es menor por la falta de seguridad. Por ese motivo la lucha debe ser contra la inseguridad, restablecer la estabilidad y la tranquilidad porque eso va restaurar la confianza que a su vez alimentará el crecimiento”, dijo.

Lagarde aseguró que el FMI busca un mayor diálogo con los países socios, pero sobre todo pasar a ser un proveedor de seguridad para la región.

“El FMI desea ayudar a AL, no ser un cooperador frente a una crisis sino un proveedor de seguridad como ya lo ha hecho con México y Colombia, con quienes se cuenta ya con una línea de crédito para estar preparados contra cualquier choque del exterior”, dijo.

Reconoció que el panorama económico para AL no luce tan acelerado como en años anteriores, por lo que será necesario que los países de la región realicen reformas estructurales para reforzar su posición económica.

La elevada desigualdad y el crimen violento son dos factores que perjudican el desarrollo regional.

A pesar del progreso económico que observó la región en la década pasada, hay indicadores sociales donde persiste una importante debilidad.

“Después de décadas de estancamiento, la clase media de AL ha estado creciendo en tamaño y confianza. Gran parte de esto se puede atribuir a una reducción de la desigualdad del ingreso laboral, incluso mediante el aumento de los salarios mínimos”, comentó Lagarde.

“Lamentablemente, a pesar del progreso que ha habido, indicadores sociales en siguen siendo débiles y la desigualdad mucho mayor que en otras regiones comparables”, dijo.

Esta debilidad, explicó, se ha reflejado en el descontento de la población, como en Brasil, donde una parte importante de la sociedad se manifestó y protestó contra el gobierno.

“Mientras que las preocupaciones específicas pueden variar según los países, las encuestas muestran que muchas personas comparten un descontento general por la corrupción y la mala responsabilidad del gobierno; este es un llamado fuerte y claro para la acción”, subrayó.

En ese sentido, destacó la necesidad de mejorar campos como la educación, fiscal, infraestructura e inclusión financiera, principalmente.