Fiestas arcoíris; adolescentes en riesgo

Atrás quedaron los festejos de la infancia donde había payasos, refrescos y bolsitas de dulces. Los niños crecen y hoy la diversión consiste en asistir a fiestas donde los adolescentes tienen sexo oral, amenazando no sólo su inocencia, también su salud sexual y reproductiva. ¿Conoces las fiestas arcoíris? ¡Infórmate sobre sus riesgos y cómo proteger a tus hijos!
Juegos sexuales para erotizar a los niños
A través de las redes sociales se invita a menores de edad a fiestas arcoíris, «inocentes reuniones» a las que las jovencitas asisten con los labios pintados de distintos colores para practicar sexo oral a los chicos. Al final, quien tenga más colores de labial en el pene es el ganador. ¿Su premio? A veces dinero en efectivo, otras el simple hecho de ser «el más conquistador».
Estas fiestas donde se fomenta el sexo en menores comenzaron a realizarse en Latinoamérica alrededor del 2010, presuntamente en Colombia, pero han cobrado más fuerza en Perú, desde donde se han difundido imágenes de jovencitos de 11 a 13 años de edad exhibiendo, sin temor, conductas sexuales de riesgo.
En México no se han tenido reportes sobre estas reuniones, sin embargo, debemos estar prevenidos, pues las fiestas arcoíris suelen llegar tras otras peligrosas reuniones que fomentan la promiscuidad sexual, como las fiestas semáforo o las fiestas candy.
Quienes asisten a fiestas semáforo portan brazaletes de distintos colores, cada uno indicando lo que el adolescente está dispuesto a hacer esa noche: la pulsera verde es la más riesgosa, pues admite consumo de alcohol y drogas, además de la ruleta sexual (tener relaciones sexuales rápidas y sin protección, en donde pierde quien eyacule primero), mientras que la roja indica que tiene pareja, y la amarilla que podría estar disponible para una nueva relación.
En las fiestas candy es obligatorio aceptar relaciones sexuales orales o genitales, además de adoptar una peligrosa forma de consumir alcohol: el slimming (introducir la bebida a través de ojos, vagina o ano para que sus efectos sean más rápidos y evitar el aliento alcohólico).
El peligro de las fiestas arcoíris
Además de los riesgos del consumo de alcohol y drogas (violencia, accidentes vehicu-lares y realización de actos involuntarios), en estas fiestas los adolescentes se involucran en prácticas se-xuales de riesgo que pueden tener consecuencias como embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual (ETS, antes llamadas enfermedades venéreas).
Por si fuera poco, erotizar a los niños podría incitar a violaciones sexuales y causar traumas no sólo físicos, sino psicológicos. Riesgos del sexo oral sin protección. Adolescentes aceptan practicar sexo oral porque no hay riesgo de embarazo. El problema es que no son conscientes de que dar o recibir esti-mulación oral (chupar o lamer) al pene (felación), la vagina (cunni-lingus) o el ano (anilingus) en juegos sexuales con una o varias personas sin métodos de protección contribuye a propagar ETS como:
Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH/sida). Hacer felación a un hombre infectado y permitir que eyacule en la boca es la actividad sexual oral de mayor riesgo de transmisión del VIH, pues su sangre, semen y líquido prese-minal, pueden transmitirlo (en caso de mujeres, el contacto con secreciones vagi-nales llega a causar el contagio).
En cambio, si quien proporciona sexo oral es portador del virus y tiene cualquier úlcera bucal o sangrado de encías, la sangre de su boca puede ingresar al cuerpo de quien recibe la estimulación a través de la uretra (abertura por la que se expulsa la orina), la vagina o el ano, facilitándose el contagio en caso de llagas genitales.
Virus del Papiloma Humano (VPH). Las relaciones sexuales orales pueden causar contagio de VPH al transmitir uno de los más de 100 tipos existentes de este microorganismo, algunos ocasionan problemas de salud como verrugas genitales y aproximadamente 30 de éstos se asocian con mayor riesgo de cáncer de boca o garganta.
Años atrás, este cáncer se relacionaba mayoritariamen-te al consumo de tabaco y alcohol; sin embargo, especialistas han advertido aumento en los casos causados por el virus del papiloma humano debido a mayor promiscuidad sexual y, en particular, a practicar sexo oral sin protección.
La vacuna contra el VPH actualmente ejerce acción preventiva y, en México, se aplica a niñas de 9 a 11 años de edad. Médicos advierten que si no se emplea en niños, éstos se convertirán en portadores del virus, aun sin saberlo, y perderá eficacia a nivel poblacional.
Herpes genital. ETS causada por el virus del herpes simple (VHS), del cual existen 2 tipos:
VHS-1 generalmente afecta boca y labios, pero se puede transmitir de la boca a los genitales durante el sexo oral.
VHS-2 casi siempre causa el herpes genital y se puede transmitir a través de secre-ciones orales o genitales.
Hepatitis A o B. Causada por 2 variedades distintas de virus de la hepatitis, esta enfermedad se transmite por contacto con la sangre, semen o heces de una persona infectada.
El individuo puede no presentar síntomas o manifestar inapetencia, fatiga, dolores musculares y articulares, orina turbia e ictericia (piel amarilla).

Sífilis. ETS ocasionada por una bacteria que se contagia durante las relaciones sexuales vaginales, anales u orales. Suele causar úlceras en genitales externos, vagina o recto, así como en labios y boca.

Además de enfermedades de transmisión sexual, el anilingus puede causar infecciones intestinales como amebiasis (debida al parásito Entamoeba histolytica), la cual se disemina al contacto con el área bucal o rectal de una persona infectada.

Niños sobreerotizados, ¿cómo protegerlos?
El exceso de mensajes eróticos a los que estamos expuestos en la actualidad a través de televisión, Internet, publicidad, música y actividades cotidianas, más allá de procurar la sana sexualidad de los niños, la altera.

Es probable que los más pequeños imiten lo que ven a su alrededor sin ningún tipo de intención sexual, pues viven una etapa en la que copian todo de los adultos, incluyendo ropa y comportamiento.

No obstante, cuando llega la adolescencia, es fácil que los chicos busquen satisfacer carencias emocionales mediante contacto sexual. Los pocos canales de comunicación efectiva entre la familia, la soledad, la reducida atención hacia ellos y la presión de su grupo pueden disparar las cifras de sexo en menores.

Ante este panorama, no se culpe en su totalidad a los medios electrónicos o la publicidad, pues los niños sobreerotizados son, en gran parte, responsabilidad de sus padres y/o de la gente que está a su alrededor.

Hablar de sexualidad con los hijos es la mejor arma para mitigar el impacto de la erotización en los niños. La educación sexual es fundamental: sin prohibir ni satanizar al sexo, se debe informar sobre los riesgos que conlleva participar en juegos sexuales tan peligrosos como los de las fiestas arcoíris.

Los padres suelen creer que al ofrecer información sobre este tema a sus hijos se fomenta la promiscuidad sexual. Sin embargo, estas conductas surgen precisamente cuando los chicos no reciben orientación, o la información que buscan por ellos mismos con amigos, Internet u otras fuentes, es distorsionada. Así que si quieres evitarles esas fiestas donde los adolescentes tienen sexo oral, ¡es momento de platicar con tus hijos sobre salud sexual en menores!