Asesinan en Kenia a bebés fruto de relaciones incestuosas

El Bebé X es arrullado por una cuidadora en el orfanota de Kanduyi en Kenia, en el municipio de Bungoma, a 400 kilómetros de la capital Nairobi. Fue llevado ahí gracias a la intervención de la policía, que lo salvó de morir a manos de los habitantes de su aldea en Bukuso, donde nació, informó BBC Mundo.

Su caso es igual al de muchos en ese orfanato a quienes, como parte de la cultura en esa zona del país africano, iban a ser asesinados por la comunidad por ser fruto de una relación incestuosa.

El incesto es un tema tabú en esta parte de Kenia, así como en muchas otras partes de África y del mundo. En este país, una relación entre miembros de una misma familia es castigada con una pena de hasta cinco años de prisión, o incluso de cadena perpetua si involucra relaciones sexuales con un menor de edad, señala el portal británico.

Sin embargo, en Kenia, han sido las mismas comunidades las que por siglos han condenado a muerte a los hijos de estas relaciones, pero no necesariamente de la mujer o el hombre implicados.

A pesar de que esto es considerado asesinato, en esta región es una práctica común pues se considera que el bebé concebido en una relación incestuosa está maldito, informa BBC.

La comunidad Bukusu denomina a estos pequeños como «bebés tabú» y los mata debido al temor de que provoquen infertilidad, problemas mentales y otras desgracias.

«Cada vez que nos enteramos del nacimiento de un ‘bebé tabú’ corremos a salvarlo», relató a BBC Mundo Alice Kimotho, jefe del equipo a cargo del orfanato de Kanduyi.

Otro miembro del equipo, Titus Kolil, aseguró que el incesto es algo muy común en el país, pero que el orfanato sólo recibe tres o cuatro bebés al mes.

En palabras de Stephen Kokonya, ministro de Cultura del municipio de Bungoma, «estamos enfrentando una ola desenfrenada de relaciones sexuales irresponsables. Y la mayoría son entre parientes muy cercanos, incluyendo padres teniendo sexo con sus hijos».

El expediente del Bebé X muestra que su madre tiene 15 años y que se embarazó luego de tener relaciones con su tío, dos años mayor que ella. Tras quedar embarazada, la joven tuvo que abandonar su casa y mudarse a unos 25 kilómetros de ahí, donde recientemente pudo retomar la escuela.

Según el portal británico, la joven cuenta que no ama a su hijo, pues «la gente dice que es malo», mientras que el padre rechazó ser entrevistado.

«Cuando la muchacha está a punto de dar a luz, se reúne un grupo de mujeres que pretende ayudarla en el nacimiento, pero en realidad lo que hacen es asfixiar al bebe aprisionándolo entre los muslos de la madre, con lo cual la criatura fallece discretamente», relató a BBC uno de los ancianos de la comunidad.

Según la tradición, el bebe debe morir, pero que la muchacha puede vivir tranquilamente en la comunidad, a menos que deseen conservar a sus niños, en cuyo caso son obligadas a irse de sus casas.

Especialistas señalan que esta práctica se reduciría si los perpetradores de incesto fueran castigados con penas acordes. Sin embargo, uno de los ancianos afirma que las autoridades dejan libres a los violadores y los incestuosos.