Despiden al «Chavo del 8» en su «vecindad»

Toda la familia de la televisora se reunió en la Plaza de las Estrellas, para rendir un homenaje a uno de sus máximos representes, Roberto Gómez Bolaños ´Chespi-rito´, con una misa solemne
La luz del genio de la comedia blanca no alcanzó esta vez para menguar el luto. En la Plaza de las Estrellas de Televisa, Roberto Gómez Bolaños brilla, pero la tristeza permea en el ambiente
Emilio Azcárraga Jean sube al altar levantado en la Plaza de las Estrellas, en Televisa San Ángel, y ante el féretro de Roberto Gómez Bolaños, dice: “Nunca acabaremos de darte las gracias; nos haces mucha falta”.
Una estela de dos minutos de aplausos ha dado marco a la entrada del féretro de caoba con los restos mortales de Chespirito, el hombre que hizo reír a millones, dirá al final de la misa in memoriam, el capellán del Santuario Nacional de San Juan Diego, el obispo Diego Monroy Ponce. Las palabras de Azcárraga destacan que la gran familia Televisa está de luto, y en su breve mensaje destaca el talento del comediante que trascendió generaciones.
Sobre un alfombrado rojo se han colocado sillas para unas 500 personas y un altar a cuyo centro se levanta una cruz blanca y a sus lados portarretratos con la imagen de Gómez Bolaños, una foto en blanco y negro, vestido a la moda de los años 70.
Azcárraga ocupa su lugar a un lado del féretro que está en el pasillo central, y a la derecha del presidente de Televisa se encuentran Miguel Alemán y José Bastón.
En el lado izquierdo del féretro, la esposa de Gómez Bolaños, Florinda Meza y su hijo Roberto y sus hijas Marcela, Paulina, Graciela, Cecilia y Teresa.
El frio de la noche a la intemperie los envuelve, mientras el tenor José Luis Durán introduce al público en el momento solemne. El duelo lo llevan todos.
Minutos antes, a las 20:08 horas, en dos pantallas que formaban parte del altar se ha visto la imagen del cortejo fúnebre que sale del Foro 2, y a hombros, a paso lento cruza los pasillos, el corazón de Televisa.
Silencio de todos a su paso, hasta el lugar de la misa. Ahí están artistas de los tiempos de la gloria de Chespirito, y la gente que hoy sale en pantalla. Han llegado con respeto y la admiración de siempre, con tristeza y alegría.
En ese remolino de emociones se han topado, María Victoria, Carmen Salinas, Roberto y Mitzuko, todos con recuerdos del hombre que hizo gigante a la televisión mexicana.
Hay frío en Televisa, que está de luto. El duelo tiene la voz del tenor José Luis Durán, y si los rostros de la familia reflejan dolor, como igual sucede a Édgar Vivar, el órgano que acompaña al coro de san Juan Diego es un lastimero sonido que se releva con los rezos.
Dos largas filas de dolientes se han formado a ambos lados del féretro para recibir la comunión, y cuando algunos pasan al lado de Florinda Meza, la abrazan solidarios, y le dan un beso delicado, como Alejandro Tomassi, quien ha llegado agradecido a dar el pésame. Agradecido, porque en algún momento de su carrera, recibió de Gómez Bolaños un apoyo invaluable, en una dificultad profesional. “Me hizo sentir respaldado, querido, apoyado”, dice el actor, quien a los ocho años de edad llegó aquí a lo que era canal 8, a ofrecerse como actor voluntario.
Los recuerdos, la alegría, ese remolino de emociones de dolor y gozo por lo que significa en cada uno la leyenda que es ya Roberto Gómez Bolaños, y que estremece a Polo Ortín, que dice, aquí me quedo batallando, en la fila, mientras nos toca…
Mauricio Herrera, con una sonrisa eclipsada por la pena, expresa que Gómez Bolaños es el genio de la comedia blanca, que en cada escena formaba una coreografía de movimientos que daban realce a los programas. Todo lo de él era bien hecho, exacto. Su sencillez encantaba al público.
Es la noche de rendir honor al comediante, entre sus pares, en la casa de Televisa, con la familia profesional y personal de quien unió a todos los países de América Latina, como ocurre con el venezolano Julián Gil, que sin dudarlo dice: “Conocí a México viendo El Chavo”.
Llega el final de la noche. Los hijos de Gómez Bolaños han sido llamados al altar, a rezar el padrenuestro, y poco después, ya concluida la misa con aplausos, el féretro caoba es subido al entarimado alto.
De Televisa San Ángel saldrá este domingo al Estadio Azteca donde recibirá un homenaje masivo de cuerpo presente, como no lo hubo antes en México. “No contaban con mi astucia”. Televisa está de luto.