Cariño por “Chespirito” a las afueras del Estadio Azteca

Globos de 20 pesos con el logo CH o la cara de El Chavo del Ocho, muñecos de 50 pesos, rosas blancas de a 5, chipotes de a 10, así como banderas, tazas, playeras y todo lo que pueda llevar impreso el rostro del personaje se encuentran listos a las afueras de la puerta 1 del Estadio Azteca, poco antes del homenaje póstumo a Roberto Gómez Bolaños.

Desde antes de las diez de la mañana, ya se encontraba reunida una gran cantidad de familias con niños, adolescentes, grandes y abuelos, la mayoría portando las ya conocidas antenitas de «El Chapulín» y playeras rojas con la frase «¡Oh! ¿y ahora quién podrá defendernos?».

No falta entre el público la niña con pecas de «La Chilindrina», el que trae su gorrito de «El Chavo» o un sello en la mejilla del barril de «La Vecindad», que ahora se ha quedado vacío.

«I love Chavo» se lee en las mejillas de otros asistentes y mientras los comerciantes convencen a algunos de portar algo característico de los personajes, otros azotan el «chipote chillón» o se comen un refrigerio mientras llega la hora de entrada.

«Chavo, estás presente, nos hiciste reír y seguimos con tu sonrisa», expresó Denis, una mujer colombiana radicada en México desde hace 13 años, pero que conoció a los personajes desde su niñez. Formada para poder entrar, cuenta que gastó cerca de 150 pesos en la playera, antenas, bolsa y hasta una rosa que trae encima, todo relacionado con «El Chapulín Colorado», su personaje favorito.

José Antonio Vela, habitante de Tultitlán, Edomex, se encuentra también formado en compañía de dos «chavos del ocho» y una «Chilindrina» (sus sobrinos), caracterizado de Don Ramón, compartió su sentir por el fallecimiento.

«Fue una persona muy querida por todo México, los personajes que realizó fueron los que nos hicieron reír durante varias décadas. Yo lo recuerdo desde pequeño con el programa de «El Chapulín» y «El Chavo» que eran los más conocidos».

Tristes por la muerte del comediante, don José señaló «estamos tristes porque se va una persona que nos divirtió durante muchos años, por eso estamos aquí acompañándolo, es muy difícil que le salgan a uno unas buenas palabras, pero que Dios lo tenga en su santa gloria y que allá donde esté siga haciendo bromas» finalizó.

Más adelante, en la fila, una porra anuncia los ánimos de quienes fueron y seguirán siendo admiradores de «El chavito» y algunas personas comparten en un cartel la frase:

«A Dios le hacía falta un ángel, por eso te eligió a ti, Chespirito. Te amamos ¡Gracias!».

Las puertas del estadio se abrieron minutos antes de las once de la mañana y para las once con veinte minutos seguía entrando gran cantidad de asistentes.