Falla nuevo intento por parar caída de petroprecios

Detrás de la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de conservar su cuota de producción en 30 millones de barriles diarios, lo que estuvo en juego fue el control del mercado mundial del crudo, señalaron especialistas.
Analistas internacionales citados por agencias de noticias, plantearon que en la práctica, la decisión tomada en Viena este jueves representa una guerra dentro y fuera de la OPEP.
Los mercados reaccionaron a la decisión con un desplome de la cotización del barril, que se reflejó también en la moneda mexicana.
El barril del petróleo tipo Brent se desplomó 6.65% o 5.17 dólares, y se situó en 72.58 dólares por barril, su peor nivel desde agosto de 2010.
Aunque no hubo operaciones este jueves en Estados Unidos por el Día de Acción de Gracias, el crudo West Texas Intermediate (WTI) para entregas en enero cayó 4.64 dólares, un 6.3%, para cerrar en los 69.05 dólares por barril de petróleo.
Petróleos Mexicanos no publicó el precio de la mezcla mexicana de exportación debido al feriado del vecino país, pero se espera que hoy baje a 65 o 66 dólares por barril, luego de cerrar en 69.77 el miércoles.
La decisión de ayer representa una guerra fuera de la OPEP y busca “contener el avance del petróleo de esquisto que produce Estados Unidos”, destacó Adam Stramwasser, asesor financiero de la firma Davos Financial Advisors.
Dentro de la organización, la medida adoptada dividió a sus miembros, aunque al final se impuso el consenso. Venezuela, Libia y Ecuador fueron partidarios de un recorte de producción, mientras que los funcionarios sauditas afirmaron que la industria podría sostener precios de entre 70 y 80 dólares por un año.
Ole Hansen, jefe de la Estrategia de Materias Primas de Saxo Bank, advirtió incluso que “hay un riesgo a corto plazo de mayor debilidad de los precios tras el consenso de mantener la producción del cartel”.
Fuera de la OPEP, Estados Unidos se resiste a recortar su producción debido a que impulsa a la economía con precios energéticos bajos.
Estrategia defensiva. “En gran medida el resultado de la reunión tiene implicaciones negativas para los estados miembros más pobres, pues deja a Venezuela, Libia, Rusia, Nigeria e Irán en circunstancias difíciles, pues de acuerdo con Deutsche Bank, el país sudamericano por ejemplo, depende de un precio de 117.5 dólares para equilibrar el presupuesto”, explicó Hansen.
El resto de estos países requiere de un precio de al menos 90 dólares para alcanzar sus objetivos económicos. Además, añadió, la decisión podría ser vista como un movimiento estratégico por parte de los saudíes para sacar tajada de la cuota de mercado global de Rusia.
De acuerdo con la US Energy Information Administration, organismo dependiente del Departamento de Energía de Estados Unidos, este país se encuentra embarcado en una auténtica revolución energética.
El descubrimiento de nuevas fuentes de extracción, el shale gas y el shale oil —yacimientos que se encuentran contenidos dentro de bloques de rocas— ha propiciado que la primera economía del mundo cambie el orden mundial, convirtiéndose de primer importador a principal exportador de energía.
Sin embargo, las nuevas técnicas son muy costosas y un barril a 80 dólares no es rentable para las compañías estadounidenses y mucho menos a niveles como los actuales de 69 y 73 dólares.
Por ello, la OPEP está dispuesta a sacrificar parte de sus ingresos a corto plazo para mantener el control del mercado a largo plazo. Así, aunque en otro momento el cártel posiblemente hubiera optado por un recorte para frenar las caídas de los precios, esta vez ha optado por mantener su cuota como estrategia defensiva.
Países como Arabia Saudita y Kuwait apuestan a mantener su cuota, a la espera de una recuperación del mercado, debido a que un incremento del precio OPEP “haría más atractivo el petróleo estadounidense”, dijo Stramwasser.