Cáncer; producción de células anormales

Es la multiplicación incontrolada de células anormales que no tienen ninguna función en el cuerpo y que se han generado por la alteración en el código genético o mutación de otras que pertenecen a tejidos normales.
Cáncer, producción de células anormales
Las células cancerosas no mueren eventualmente como las que son sanas, sino que adquieren «inmortalidad» y comienzan a dividirse hasta que forman un conglomerado llamado tumor o neoplasia, que puede causar el deceso del paciente cuando impide el funcionamiento de un órgano afectado o cuando se disemina por el cuerpo (metástasis), a través de vías sanguíneas o vasos linfáticos (empleados por el sistema de defensa del organismo), y daña a sistemas esenciales.
El término cáncer engloba, en realidad, a distintas enfermedades que varían en sus manifestaciones. Hasta la fecha se han descrito más de 200 formas distintas de este padecimiento, de acuerdo con el órgano o tejido en el que se originan, pero todas tienen como denominador común la proliferación celular incontrolada.
Los más frecuentes son los carcinomas, que constituyen cerca del 90% de los cánceres, y que se generan en los epitelios o capas celulares superficiales de nuestros órganos y piel. Por lo general ocurren a edad avanzada y su frecuencia es mayor entre los 20 y 60 años de edad. Entre ellos, los más comunes son los que afectan a pulmones, colon, próstata, mamas y cuello uterino.
Las leucemias y linfomas se producen a partir de las células formadoras de la sangre que residen en la médula ósea o en los tejidos linfáticos, y aunque son menos frecuentes que los anteriores, causan mayor impacto social y moral, pues afectan principalmente a niños y jóvenes, reduciendo su esperanza de vida y productividad.
Los más raros son los sarcomas, y se originan en los vasos sanguíneos y estructuras de soporte, es decir, hueso, músculo, cartílagos, grasa y tejido conjuntivo.
Cabe señalar que los distintos tipos de cáncer son tan antiguos como la vida en nuestro planeta, pues se han encontrado evidencias de tumores en los huesos de fósiles de dinosaurios y algunas momias humanas descubiertas en Egipto y Perú. Asimismo, su estudio y tratamiento ha sido objeto de gran interés desde épocas remotas, al grado de que su nombre fue tomado de una anotación del facultativo griego Galeno, que vivió entre los años 131 y 203 de nuestra era y quien afirmó, en su tratado Definitiones Medicae, que la neoplasia de mama en etapa avanzada adquiere la forma de un cangrejo.
Causas
l cáncer es una enfermedad compleja que se desarrolla debido a la combinación de factores que favorecen la mutación celular (mutágenos o cancerígenos), y que pueden ser tanto externos como internos. Los principales son:
Exposición continua y sin protección a la luz del Sol.
Recibir altos niveles de rayos X u otro tipo de radiaciones.
Someterse continuamente a agentes contaminantes, como gases emitidos por automóviles y desechos industriales.
Mantener una dieta con gran cantidad de grasas y poca fibra.
Consumir cigarrillos y bebidas alcohólicas.
Falta de ejercicio físico.
Padecer obesidad.
Uso de anticonceptivos, terapia hormonal de reemplazo (para disminuir molestias en el climaterio o menopausia) y, en general, alto nivel de estrógenos .
Debilitamiento del sistema inmunológico (que nos protege de enfermedades), sea por dieta pobre en nutrientes o padecimientos como Sida.
Sufrir infecciones ocasionadas por virus, como los de la hepatitis y papilomavirus.
Tener una historial familiar en que exista el cáncer.
La manera en que influyen estos elementos es muy diversa. En primer lugar, algunos de los factores citados, como fumar, llevar alimentación deficiente y falta de ejercicio, favorecen la proliferación de radicales libres, es decir, partículas inestables que cuando están en el interior del organismo buscan a otras moléculas con las cuales combinarse. En caso de lograrlo se genera un fenómeno conocido como oxidación, el cual es muy parecido al que da lugar a la corrosión de los metales.
Así, las moléculas a las que se adhieren los radicales libres pueden ser dañadas y, por tanto, las células a la que pertenecen también sufren cambios, ya sea en membrana (parte externa), proteínas y grasas que contienen, o en su material genético (ácido desoxirribonucleico o ADN). Estas últimas alteraciones son las que pueden dar origen a tejidos cancerosos.
También la falta de defensas adecuadas permite el surgimiento del cáncer, ya que el sistema inmunológico tiene la responsabilidad tanto de impedir la oxidación como de eliminar células anormales en cuanto surgen, evitando que se multipliquen y generen tumoraciones. De esta manera, es fácil comprender que cuando el organismo tiene problemas para repeler ataques es también más vulnerable a desarrollar algún tipo de cáncer.
En cuanto al papel de los estrógenos en el surgimiento de neoplasias, diversos estudios han demostrado que altos niveles de esta hormona, destinada a favorecer la regeneración del epitelio en el útero, contribuyen a que las células cancerígenas surjan y se multipliquen con mayor rapidez. De esta manera, el incremento de dicha sustancia por uso incontrolado de anticonceptivos y terapia de reemplazo, así como por sobrepeso (el tejido adiposo produce esta sustancia), son factores de riesgo para contraer cáncer en matriz y senos, principalmente.
Aunque en menor escala, los hombres también pueden padecer los efectos nocivos.