Una persona que fuma tiene más probabilidades de cometer suicidio que las personas que no lo hacen.
Una de las medidas para reducir este riesgo es establecer impuestos altos y restricciones de fumar en lugares públicos, sugiere un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad Washington St. Louis en Estados Unidos.
Investigaciones anteriores han encontrado que los fumadores son más propensos a quitarse la vida que los no fumadores. Esta diferencia se atribuye al hecho de que fumar es común entre las personas con trastornos psiquiátricos, con tasas de suicidio más altas.
Impuestos ante riesgo de suicidio
Sin embargo, este nuevo estudio asegura que fumar puede aumentar el riesgo de suicidio y que los esfuerzos para reducir el tabaquismo pueden conducir a tasas más bajas.
Nuestro análisis mostró que cada dólar de aumento en los impuestos del tabaco podría disminuir 10% en el riesgo de suicidio, explica Richard Grucza, encargado de la investigación y profesor asociado de siquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Washington en St. Louis.
En un estudio publicado en la edición digital de este miércoles de Nicotine & Tobacco Research, Grucza y su equipo de colaboradores analizaron las tasas de suicidio en Estados Unidos entre 1990 y 2004.
Durante este período, algunos estados introdujeron políticas antitabaco agresivas, mientras que otros hicieron poco o nada para reducir el tabaquismo. Mientras que a escala nacional, se muestra que en promedio, 14 de cada 100 mil personas se suicidan cada año.
La investigación afirma que los estados que implementaron mayores impuestos sobre los cigarros y normas más estrictas para limitar el consumo de tabaco en lugares públicos, registraron tasas de suicidio hasta 15% más bajas, en comparación con el promedio nacional.
Los estados que tuvieron los impuestos del tabaco más bajos y pocas políticas para limitar el espacio público para los fumadores, las tasas de suicidio aumentaron hasta 6%, en comparación con el promedio nacional.
Impuestos más altos con políticas más restrictivas para los fumadores son fórmulas efectivas para que la gente fume menos, afirma Grucza.
Este experimento muestra que los estados con políticas más agresivas también tienen menores tasas de tabaquismo.
En 2010, se suicidaron cerca de 40 mil personas en Estados Unidos, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. El suicidio es la décima causa de muerte en la nación.
Aunque no está claro cómo el tabaquismo afecta el riesgo de suicidio , es muy probable que la nicotina sea un factor determinante, coincide el equipo de investigadores.
La nicotina, al igual que cualquier otra droga adictiva, la gente la consume para sentirse bien, pero con el tiempo la necesitan para sentirse normal. Su uso crónico puede contribuir a la depresión o la ansiedad, lo que podría ayudar a explicar la relación con el suicidio.
