Carbohidratos destruyen tu cerebro

El neurólogo David Perlmutter, autor del libro «Cerebro de pan», sostiene que los efectos del trigo, el azúcar y otros carbohidratos son nefastos para el cerebro y por ello, se debe asumir un nuevo estilo de vida.
Asegura que si bien el ser humano dejó de ser cazador y recolector nuestro organismo no ha dejado de serlo y por lo tanto, suministrarle carbohidratos atenta contra la salud. «Los cereales modernos están destruyendo silenciosamente tu cerebro», dice y con ello se refiere a las pastas, harinas refinadas y arroz. Y agrega que la fruta también. A su juicio, los cambios alimenticios que han ocurrido son el origen de muchas enfermedades ligadas al cerebro como las cefaleas, la ansiedad, la depresión, la hiperactividad, el déficit de atención y se aventura a señalar que el Alzheimer puede acercarse a ser considerada la diabetes tipo 3.
Perlmutter asegura que cuando se bombardea el cerebro de carbohidratos, muchos de los cuales están saturados de ingredientes con efectos inflamatorios -como el gluten- se producen efectos irritantes que dañan el cerebro. Y es ahí donde se concentra: el gluten no sólo es dañino para los celíacos, sino que para todas las personas, razón por la cual se le debe retirar, en todo lo posible, de la dieta y, al contrario de lo que se nos ha dicho estos años, se debe dar la bienvenida al colesterol porque es fundamental para el funcionamiento de las membranas celulares. Así las cosas, entonces, propone bajar la ingesta de carbohidratos y subir la de las grasas saturadas, no trans.
Este neurólogo reconoce que el ser humano ha comido granos desde hace siglos, pero apunta que el problema de hoy es que los cereales de ahora han sido modificados por la mezcla de cepas y ya no son los mismos.
Así, simplemente, advierte que los carbohidradictos y los grasafóbicos deben tener cuidado porque lo que el cuerpo requiere es una dieta extremadamente baja en carbohidratos y alta en grasas. «Hay evidencia científica convincente que sostiene que las grasas trans son tóxicas y se vinculan con diversas enfermedades crónicas. Sin embargo, el mensaje ausente es sencillo: nuestros cuerpos prosperan cuando les damos grasas buenas y el colesterol es una de ellas», dice. Considerando que, a su juicio, mientras más gordo se sea, más pequeño será el cerebro de esa persona, Perlmutter hace una serie de enunciados como que se debe tener una dieta baja en calorías; cetogénica (grasas llamadas cetonas) y realizar ayuno.
Aquí, al contrario, de lo que sostienen otros, asegura que el ayuno no desacelera el metabolismo ni lo hace entrar en modo de inanición, sino que da al cuerpo beneficios que le permiten acelerar y mejorar la pérdida de peso porque obliga al cerebro a dejar de usar la glucosa como combustible .
y a utilizar las cetonas que produce el hígado.