Los acontecimientos que han sacudido las estructuras del poder político en México y que, a raíz del atentado contra estudiantes de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos, en Iguala Guerrero, han generado un fenómeno de agravio e inconformidad nacional e internacional, serán objeto de análisis este sábado en el marco de la Agrupación Política Estatal Foro San Luis.
El presidente de la APE, Miguel Ángel Hernández Calvillo, informó que este sábado, en la planta alta de un conocido y céntrico restaurante, en la Plaza de Armas, procederá una sesión de análisis denominada Crisis Política y Violencia de estado en México.
Hernández dijo que para ello se convocó a la participación de los maestros Pacual Guillermo Gilbert Valero, de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y de José Eduardo José Alvarado Isunza de la Universidad Pedagógica Nacional.
Los invitados ofrecerán este sábado, a las 11 de la mañana, una amplia in formación al respecto de los acontecimientos socioorganizacionales que en México, en distintas épocas y particularmente en los Siglos XX y XXI han sacudido a la nación y se han derivado de excesos del poder público: lo que se conoce como la violencia de Estado.
Han quedado como cicatrices en la memoria colectiva de los mexicanos fechas como 1968, cuando se registró la masacre estudiantil de la Plaza de las Tres Culturas en la Unidad Nonoalco-Tlatelolco, una fecha considerada por muchos historiadores como parteaguas.
Pero también está una cicatriz reciente: la que se desprende de los insólitos acontecimientos del 26 y 27 de septiembre pasados que derivaron en el asesinato de tres normalistas y tres civiles y la des aparición forzada de otros 43 estudiantes de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos, en Iguala, Guerrero.
Son muchas ya las cicatrices: Aguas Blancas, Acteal, el surgimiento de la Revolución Indígena Zapatista, la guerra sucia de los años 60, 70 y 80 en Guerrero, que indudablemente marcan la conciencia y la memoria colectiva; sin embargo, los acontecimientos de Iguala contra estudiantes normalistas ha generado quizá la mayor movilidad social en la historia reciente de México.
Millones de mexicanos, dentro y fuera del país, se han manifestado de muy distintas maneras y en la vía pública contra la arbitrariedad del poder público, contra la violencia que emana de las instituciones de gobierno y de los cuerpos de seguridad civiles y militares, destacó el maestro en ciencia política.